Aragón es una tierra de tradiciones gastronómicas que son todo un reflejo de la rica herencia cultural y de la diversidad que puede encontrarse en esta comunidad autónoma. Una perfecta fusión de los mejores ingredientes locales, con recetas ancestrales y toda una pasión por el buen comer.
Platos entre los que no faltan algunos tan emblemáticos como el ternasco, el pollo al chilindrón, el bacalao al ajoarriero, jamón de Teruel... Platos que son capaces de narrar por sí solos historias de generaciones y de costumbres culinarias pasadas que han sobrevivido al paso del tiempo. Algo que también sucede con los postres y dulces típicos aragoneses.
Esta vez queremos ahondar en uno de esos postres dulces que a muchos pueden recordarnos a nuestras abuelas, tías o madres. Otro ejemplo más de la cocina de desperdicio cero que destaca en el recetario aragonés y concretamente de un postre tradicional que es todo un clásico sobre todo en las fechas cercanas a la fiesta de la Encarnación en Barbastro.
Hablamos de los tradicionales crespillos de borraja. Un postre tradicional de Huesca que se elabora con las hojas de borrajas rebozadas en crema y que son una forma dulce y deliciosa de aprovechar la parte de la borraja que habitualmente se desecha.
Un dulce ligero y moderado en calorías con alto contenido de fibra y vitaminas gracias a la borraja como ingrediente principal. Además, añade las proteínas del huevo y la leche. Una opción de postre tradicional perfecta para darse un capricho ocasional de dulce en invierno o en cualquier otra época del año y que además, es muy fácil y sencilla de hacer.
Cómo hacer los crespillos de borraja aragoneses
La borraja es una de las verduras más icónicas de todo Aragón y la verdadera protagonista de este dulce. Un postre que a pesar de no ser muy conocido en el resto de España, destaca por ser especialmente sabroso.
Para elaborarlo es necesario recurrir a esta receta sencilla que vamos a detallarte a continuación. Sin embargo, es importante tener en cuenta varios trucos con los que el resultado puede ser de sobresaliente. Uno de estos trucos es que al preparar la masa es importante batir muy bien la mezcla para que quede suave y sin grumos y esta no debe quedar ni demasiado líquida ni demasiado espesa.
Para conseguir esto, el truco de las abuelas aragonesas es ajustar la cantidad de harina o leche durante la preparación. En el caso de que esté quedando demasiado líquida se añade un poco de harina o un chorrito más de leche si hay que suavizarla.
En cuanto a los ingredientes necesarios para hacer los crespillos de borraja, se necesitan: unas hojas tiernas de borraja, un huevo, dos cucharadas de harina con levadura, dos cucharadas de azúcar (más unas pocas adicionales para espolvorear), leche, un toque de anís y aceite para freír.
Para preparar la masa, primero se casca el huevo en un bol y se bate. Luego se añade la harina con levadura y el azúcar, removiendo hasta obtener una pasta uniforme. Se incorpora un poco de anís y se sigue batiendo. A continuación, se agrega la leche poco a poco, mezclando hasta lograr una crema suave.
El siguiente paso es sumergir las hojas de borraja en la masa para que queden bien cubiertas, escurrir el exceso y freírlas en abundante aceite caliente, dorándolas por ambos lados. Una vez fritas, se dejan reposar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Para terminar, se espolvorean con azúcar y se sirven.
Así de simple y delicioso es disfrutar de los crespillos de borraja, un postre tradicional aragonés que te sorprenderá con su sabor.