Aragón es una Comunidad Autónoma que combina una gran tradición histórica con paisajes de naturaleza y pintorescos pueblos que parecen sacados de un cuento. Dos factores que unidos a una de las mejores gastronomías del país, consigue hacer de Aragón una de esas comunidades favoritas por los extranjeros para viajar.
Esto es algo que tuvo en cuenta en su último informe, la European Best Destinations con el listado de los pueblos más bonitos para los extranjeros, pueblos entre los que podemos encontrar una de las auténticas joyas ocultas de Huesca.
Hablamos de un pintoresco pueblo que merece una visita y que enamora tanto a locales como turistas por sus espectaculares casas, su naturaleza, vistas, pero sobre todo por las impresionantes formaciones de roca y con forma de aguja que lo rodean y que son conocidas como los Mallos de Agüero. Esta vez hablamos del pueblo de Agüero, en la provincia de Huesca.
Una pequeña y encantadora localidad que encontrarás a tan solo un paso del centro de Huesca, concretamente a unos 40 minutos de viaje en coche. Esta localidad oscense apenas cuenta con poco más de 100 habitantes, pero aún así, esta tranquila villa no tiene nada que envidiar a otros pueblos aragoneses más conocidos y poblados.
Más allá de su imponente naturaleza, Agüero también destaca por sus calles y construcciones históricas entre las que es posible encontrar auténticos tesoros que incluso han sido declarados Monumento Nacional. Te contamos todo sobre este bonito destino para una escapada otoñal en Huesca.
Agüero, el rincón más bonito de Huesca
Si hay algo que destaque a primera vista del pueblo de Agüero, estos son sus mallos. Esas gigantes formaciones rocosas y con forma de aguja que rodean al pueblo y que habrá quien incluso pueda confundir con los famosos Mallos de Riglos. La realidad, es que aunque se encuentran a un paso de los famosos Mallos de Riglos, estos son diferentes.
Igualmente son muy apreciadas por los escaladores de la zona y fotógrafos, así como por los amantes de la naturaleza y el senderismo. Un entorno único con estas inmensas moles de piedra rojiza que parecen custodiar a la localidad y que merece visitar tanto por su panorámica y paisaje como por el interior del pueblo.
Los fanáticos del senderismo tienen la posibilidad de rodear estas imponentes paredes en lugar de escalarlas, a través de un recorrido circular de unos cuatro kilómetros y medio. Un sendero que apenas tiene desnivel y que está perfectamente señalizado desde el pueblo de Agüero.
En cuanto al interior del pueblo, pasear por las calles de Agüero es una experiencia que tampoco deberías perderte. El trazado medieval del pueblo está repleto de callejuelas estrechas y casas de piedra que mantienen el encanto de épocas pasadas. Entre sus monumentos más destacados se encuentra la iglesia románica de Santiago, del siglo XII, con una fachada decorada con interesantes esculturas que reflejan la maestría del arte románico aragonés.
Otro lugar interesante para visitar es la ermita de San Juan, situada a las afueras, que ofrece unas vistas espectaculares del valle y de los Mallos. Agüero es un rincón que combina historia, naturaleza y tranquilidad, convirtiéndose en un destino ideal para hacer una escapada otoñal.