Zaragoza
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La gastronomía aragonesa destaca por sus recetas tradicionales, ricas en sabor y profundamente arraigadas en la cultura popular de la región. Desde platos de caza hasta guisos elaborados, cada receta refleja el carácter y el entorno de Aragón

Las recetas, muchas de ellas transmitidas de madres a hijas, son testimonio de un ingenio que ha sabido aprovechar lo mejor de los productos locales para crear platos llenos de sabor y carácter. Hay recetas complicadas que requieren paciencia, tiempo y maestría, sin embargo, hay otros como este sencillos y de pocos ingredientes.

Uno de los platos más auténticos y representativos de la cocina aragonesa es, sin duda, las madejas aragonesas. Este manjar, sencillo pero lleno de sabor, ha sido durante generaciones una delicia local, especialmente apreciado por su valor nutritivo, ya que es alto en proteínas y grasas saludables, además de utilizar ingredientes de gran calidad y sencillos de encontrar.

Las madejas aragonesas: un plato de campo y tradición

Las madejas, también conocidas en otras regiones de España como "zarajos", consisten en tripas de cordero limpias y enrolladas en torno a un palillo o pequeño esqueleto de cordero.

Este plato era típico de las jornadas de campo, donde los pastores aprovechaban todas las partes del animal. Las madejas se cocinan hasta adquirir una textura crujiente por fuera y tierna por dentro, lo que las hace irresistibles al paladar.

Hoy en día, aunque han evolucionado en la presentación y la técnica, las madejas siguen siendo un plato imprescindible en Aragón y se sirven tanto en casas como en restaurantes tradicionales, siendo una experiencia gastronómica que conecta con las raíces de la cocina aragonesa.

Receta de madejas aragonesas con salsa verde

Si quieres preparar en casa este plato, sigue esta receta tradicional de madejas aragonesas, fácil de realizar y perfecta para disfrutar de un aperitivo nutritivo y lleno de sabor.

Ingredientes:

  • 3 madejas de cordero
  • 3 dientes de ajo
  • Perejil fresco al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra

Elaboración:

  • Cocción inicial: Coloca las madejas en una olla con abundante agua y una pizca de sal. Llévalas a ebullición y déjalas cocer durante aproximadamente una hora. Este tiempo permite que las madejas se ablanden y tomen una textura perfecta para su posterior dorado.

  • Reposo y enfriado: Una vez cocidas, retíralas del agua y colócalas sobre papel de cocina para que absorban el exceso de humedad. Cuando estén secas, resérvalas en el refrigerador para que se enfríen completamente. Este paso ayuda a que las madejas se compacten, facilitando su corte y mejorando su textura.

  • Preparación de la salsa verde: Mientras se enfrían las madejas, puedes preparar la salsa verde tradicional que las acompaña. Para ello, pica el perejil fresco y los dientes de ajo y mézclalos en un mortero o una picadora. Añade una pizca de sal y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Remueve hasta obtener una salsa homogénea, cargada de sabor y aromas frescos.

  • Cocción final: Saca las madejas del refrigerador y córtalas en discos de aproximadamente 1 cm de grosor (de cada madeja salen unos cinco discos). Calienta una sartén a fuego alto y añade unas gotas de aceite de oliva. Cocina cada disco a la plancha, dorándolos por ambos lados hasta que queden crujientes por fuera y jugosos por dentro.

  • Emplatado: Sirve las madejas recién hechas, acompañadas de la salsa verde, que potenciará su sabor y le añadirá un toque fresco.

Este plato es ideal para compartir en reuniones o como entrante. Las madejas aragonesas son un ejemplo perfecto de la cocina tradicional de Aragón: sencillas, ricas en sabor y con una gran carga de historia. Esta receta, además de ser nutritiva, muestra cómo aprovechar cada parte del producto, fiel al estilo de vida y a las costumbres de esta región.