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La famosa guía Repsol reparte sus distinciones y en esta ocasión es la tradición y el territorio los protagonistas del décimo listado de Soletes Guía Repsol, que añade más de 300 nuevos locales premiados, entre ellos varios de Aragón.

Los negocios clásicos que resisten el paso del tiempo y la apuesta por lo auténtico desde las cocinas y las barras más jóvenes conviven en esta edición, donde las pastelerías y las provincias que menos aparecen en las guías tienen un papel especial.

En el corazón de Huesca, Ascaso, una histórica pastelería aragonesa, ha conquistado un distintivo de prestigio en el mundo gastronómico: el solete Repsol. Este reconocimiento de la Guía Repsol destaca aquellos lugares que combinan calidad y encanto, y en el caso de Ascaso, celebra su producto estrella, el emblemático Pastel Ruso, un dulce que ha pasado de generación en generación y que endulza los paladares de los amantes de la repostería en Aragón y más allá.

Ascaso y su solete Repsol: un sello de calidad para Aragón

La Guía Repsol, otorga sus famosos soles que valoran a los mejores restaurantes de España, lanzó hace poco los "soletes" 2024 para resaltar sitios con un ambiente acogedor, informal y de alta calidad a precios asequibles. El reconocimiento de "Solete" es un premio perfecto para lugares como Pastelería Ascaso, que lleva desde 1890 ofreciendo dulces artesanales que siguen atrayendo a locales y visitantes en Huesca, Zaragoza y Madrid.

Ascaso ha evolucionado con los años, adaptándose a las necesidades de cada época sin perder su esencia artesanal. La cuarta generación, liderada por Lourdes y Sura Ascaso, mantiene vivo el legado familiar y ha conseguido que la pastelería siga siendo un referente en el sector. Este solete Repsol subraya no solo la excelencia de su oferta, sino también el valor de una tradición viva y cercana.

El protagonista indiscutible de la oferta de Ascaso es el Pastel Ruso. Este icónico dulce, cuyo origen exacto sigue siendo un misterio, ha sido perfeccionado por la familia Ascaso hasta convertirlo en un manjar artesanal. 

Elaborado con una receta secreta que mezcla frutos secos y una textura única, el Pastel Ruso es conocido por su suavidad y por su sabor delicado. Es un postre que se diferencia no solo por su sabor, sino también por su cuidadoso proceso de elaboración, en el que se prioriza la calidad de los ingredientes.

Una pastelería con historia de tradición y calidad

La historia de Pastelería Ascaso comienza en 1890, cuando Manuel Ascaso Laliena fundó una modesta panadería en Huesca. Con los años, la familia fue adaptando su oferta a los gustos de los clientes, hasta que en la década de 1960 Vicente Ascaso Martínez, nieto del fundador, decidió especializarse en repostería fina. Esta decisión fue fundamental para el éxito de Ascaso y llevó a la creación de productos únicos, como el famoso Pastel Ruso.

Hoy, Lourdes y Sura Ascaso, bisnietas del fundador, han consolidado la expansión de la empresa con un moderno obrador de 1.680 metros cuadrados en la Plataforma Logística de Huesca, desde donde distribuyen sus productos a toda España.

Ascaso no solo es famosa por su Pastel Ruso, sino también por su amplia oferta de pasteles y dulces artesanales. El éxito de esta pastelería aragonesa radica en su capacidad para conservar la autenticidad y la calidad, valores que el solete Repsol reconoce y que le han ganado la fidelidad de sus clientes.

Si visitas Huesca, la pastelería Ascaso es una parada obligatoria para degustar el sabor de una tradición que lleva más de un siglo deleitando paladares. El solete Repsol es un gran reconocimiento, y una garantía de que en Ascaso encontrarás repostería de alta calidad.