Pocas formas hay mejores de cultura, tradición y riqueza que el propio lenguaje. En Aragón son infinitas las expresiones propias que se utilizan día a día. Muchos de los dichos y refranes que los aragoneses emplean actualmente llegan de sus antepasados, pero siguen y seguirán muy vivos.
El refranero aragonés es amplio, poético a veces y tiene opciones para cada momento, solo falta conocerlos todos para saber cuándo anunciarlos. Muchos de ellos tienen que ver con el tiempo, con la gastronomía o con las costumbres. No obstante, uno de los más conocidos y usados, basado en estos ámbitos, es el siguiente: "el aragonés fino, después de comer tiene frío".
Este dicho se desconoce en otras parte de España, pero se utiliza comúnmente después de una buena comida en Aragón. Al término de esta, el aragonés, sea fino o no, puede sentir frío, esa sensación de quedarse destemplado. Bien saben todos ellos por qué. Así se hace referencia al clima de la tierra, con un invierno tremendamente frío.
Además, con este refrán también se hace referencia a la costumbre de dormir la siesta, pues al pasar frío, el aragonés "fino" busca la calidez, el reposo y descanso, algo que le da tumbarse en el sofá o en la cama con una manta caliente. Y todavía más tradicional, hacerlo al lado del fuego en los pueblos donde las temperaturas son todavía más bajas.
A diferencia de otros, esta expresión se utiliza en momentos muy concretos, solo después de una cena o una comida, normalmente en la sobremesa, que a veces puede alargarse de más, aunque muchos estén deseando echarse una siesta.
Indudablemente, se trata de una de las expresiones favoritas de los aragoneses, sobre todo, escuchada en días de comidas especiales. Sin embargo, es uno de los muchos refranes que guardan en esta tierra y que guardan relación con el tiempo.
Otros refranes
Por ejemplo, también relacionado con la climatología, es muy empleado, principalmente en esta época del año, el siguiente dicho: "Noviembre acabado, invierno empezado", que indica la llegada del frío invernal al terminar noviembre, un recordatorio del ciclo natural.
Sin cambiar de tema, el cierzo es uno de los protagonistas en muchas de las expresiones aragonesas. "El cierzo que desayuna, come y cena dura una quincena": Ese fenómeno natural, el viento frío y persistente que recorre Aragón, marca el ritmo de las estaciones y afecta a la vida cotidiana de los habitantes. Este refrán advierte que cuando el cierzo comienza, puede mantenerse durante días o incluso semanas, afectando no solo el clima, sino también al ánimo y ritmo de las jornadas.
Como se mencionaba al comienzo, la gastronomía es protagonista también en el refranero de Aragón. Así pues, se encuentran muchos que hablan de comida, de productos aragoneses o del encuentro familiar para celebrar algo. "Carne y unto, todo junto", "uvas y queso saben a beso".
Este último, que también es popular en otras regiones, alude a la armonía entre el sabor dulce de las uvas y el toque salado del queso, una combinación que muchos consideran tan placentera como un beso. Este dicho pone en valor las combinaciones sencillas pero deliciosas.