Zaragoza, es el punto de partida ideal en Aragón para descubrir la riqueza cultural, histórica y gastronómica que define a esta comunidad autónoma. Desde su legado arquitectónico hasta sus pueblos medievales, Aragón es un destino que deslumbra a quienes buscan autenticidad y tradición en cada rincón.
En la mayoría de estos pueblos aragoneses, el legado histórico sigue presente en sus calles y plazas, mientras que el gastronómico vive en las recetas de las abuelas que se conservan con mimo. Lugares como Albarracín, Sos del Rey Católico o Aínsa ofrecen experiencias únicas donde platos como las migas, los guisos de cordero o la borraja con patata son un auténtico viaje al pasado.
Entre estas delicias destaca el ternasco, uno de los emblemas culinarios de Aragón. En el pintoresco pueblo de Bulbuente, el Mesón del Aceite ha conseguido elevar este plato a otro nivel, preparando el mejor Ternasco de Aragón asado al estilo tradicional en horno de leña, lo que le valió en 2023 el premio al Mejor Ternasco de la región.
Pero el Mesón del Aceite, ubicado en el kilómetro 70 de la N-122, es mucho más que un restaurante de carretera. Con una especialización en asados, carnes a la brasa, migas y tapas, este local se ha convertido en una parada obligatoria tanto para locales como para viajeros que visitan Bulbuente. Su ambiente acogedor y su fusión de tradición con toques modernos lo convierten en un imprescindible gastronómico.
Bulbuente, con su encanto medieval y su historia, ofrece a su vez al visitante un viaje en el tiempo. Sus monumentos, paisajes y la calidez de sus gentes hacen de este pequeño pueblo de la comarca Campo de Borja una joya por descubrir y uno de los lugares de Aragón donde mejor se come.
Qué ver y hacer en Bulbuente
Este pequeño municipio, apenas tiene 221 habitantes, pero combina tradición, historia y una irresistible oferta gastronómica. Sin embargo, este encantador pueblo zaragozano tiene mucho más que ofrecer que solo su cocina.
Entre los principales puntos de interés destaca la Iglesia de Santa María, un edificio cuyos orígenes se remontan al siglo XVI y la Ermita de San Bartolomé, donde se rinde homenaje al patrón del pueblo. Otro símbolo de su identidad es, la Casa Consistorial, con su diseño característico de un palacio aragonés renacentista, aporta un toque de elegancia a su entramado urbano.
El mayor tesoro de Bulbuente es, el imponente Castillo-palacio de los Abades de Veruela, una construcción de los siglos XV y XVI que, tras haber estado al borde del abandono, ha sido restaurada para convertirse en un alojamiento de lujo. Este hotel histórico combina el encanto medieval con las comodidades del siglo XXI, brindando una experiencia única a quienes buscan transportarse a otra época.
Para disfrutar de unas vistas espectaculares, merece la pena visitar el mirador de Escoplé, situado en el kilómetro 12,5 de la carretera que conecta Bulbuente con Talamantes, desde donde se puede contemplar la belleza del entorno natural.
Bulbuente forma parte de la prestigiosa Ruta enoturística de la Garnacha, una experiencia que abarca varias localidades de la comarca Campo de Borja, Vera de Moncayo y El Buste. Este recorrido, reconocido como Espacio de Interés Turístico de Aragón, permite explorar el rico paisaje vitivinícola de la garnacha, así como disfrutar de su riqueza cultural y medioambiental.
Para llegar a Bulbuente desde Zaragoza, el recorrido en coche dura aproximadamente 55 minutos. El trayecto sigue la AP-68 y la N-122. En cambio, si el punto de partida es Huesca, el viaje se alarga a alrededor de una hora y media, pasando por la A-23 y la AP-68, rutas que garantizan un trayecto agradable hasta este pintoresco pueblo. Un bonito destino que combina historia, gastronomía y naturaleza, ofreciendo a sus visitantes una escapada única y llena de encanto.