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Las recetas aragonesas son conocidas en toda España por sus sabores tradicionales únicos, sus ingredientes de primera calidad y por su conocida cocina de aprovechamiento. Una gastronomía humilde y arraigada a los sabores de la tierra, cuyas recetas han ido pasando entre generaciones a lo largo de los años y en la que los productos de la huerta son especialmente apreciados.

No hablamos solo de salteados de verduras, cremas, sopas o de cocidos para esta época del año más fría, sino también de uno de esos platos tradicionales especialmente protagonistas en las fechas navideñas y que destaca por su simplicidad y su conexión con los sabores de la huerta aragoneses.

Cocinado al estilo aragonés, este plato que vamos a enseñarte a elaborar combina una textura única, con un delicioso sabor, la combinación perfecta de frutos secos y un toque extra de sabor repleto de proteínas. Esta vez hablamos de la receta de cardo a la aragonesa. Esta es una hortaliza muy similar a la alcachofa y muy apreciada durante el invierno en la gastronomía aragonesa.

De hecho, se sabe que esta hortaliza lleva siendo cultivada y consumida en Aragón desde muchos siglos atrás. Se sabe que incluso los egipcios y romanos ya lo cultivaban y que fue en la Edad Media cuando acabó por extenderse por Europa, llegando a Aragón.

Una verdura de hoja verde marcada también por un gran valor nutricional y beneficios para la salud. De hecho, destaca por su alto contenido en potasio y la presencia de componentes como la cinarina, la cual ayuda a que el hígado produzca la bilis necesaria para facilitar las digestiones. Esta receta que vamos a detallarte a continuación, podrás elaborarla tanto con cardo fresco, como con cardo en conserva, ambas opciones son sabrosas y adecuadas para este plato al que también vamos a añadirle jamón para aumentar las proteínas y potenciar el sabor del plato.

Receta de cardo a la aragonesa

Para esta versión, aumentamos las proteínas del plato, haciéndolo no solo más nutritivo sino también ideal como plato principal para una comida completa. Los ingredientes necesarios son 1 kg de cardo fresco (o 800 g de cardo en conserva para mayor rapidez), 150 g de jamón serrano en dados, 80 g de almendras peladas, 2 dientes de ajo, una rebanada de pan (preferiblemente del día anterior), 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada de harina, 500 ml de caldo de verduras o agua, sal al gusto y opcionalmente, un limón para blanquear el cardo fresco.

Si utilizas cardo fresco, comienza limpiándolo a fondo, retirando los hilos fibrosos y las partes duras y cortándolo en trozos de unos 5 cm. Para evitar que se oxiden, colócalos en agua con jugo de limón mientras terminas. Hierve el cardo en agua con sal durante unos 40 minutos hasta que esté tierno. Si prefieres cardo en conserva, basta con escurrirlo y reservarlo. Este paso garantiza una base suave y delicada para el plato.

Para la salsa, calienta el aceite de oliva en una sartén grande y fríe la rebanada de pan hasta que quede dorada, retirándola luego. En el mismo aceite, dora las almendras y los dientes de ajo y resérvalos junto al pan frito. Tritura estos ingredientes juntos en un mortero o procesador de alimentos hasta formar una pasta fina que será clave para espesar y dar sabor a la salsa.

En la misma sartén, sofríe el jamón serrano ligeramente. Luego, añade la harina y remueve bien, cocinándola durante un par de minutos para eliminar el sabor a crudo. Vierte el caldo de verduras o agua poco a poco, removiendo constantemente para evitar grumos. Incorpora la pasta de almendras, ajo y pan, mezclando hasta que la salsa espese y quede homogénea. Añade el cardo cocido y remueve para que se impregne de los sabores. Cocina todo a fuego lento durante unos 10 minutos más para que los ingredientes se integren a la perfección.

El resultado es un plato perfecto para calentar los días más fríos y sabroso, con un equilibrio perfecto entre la textura suave del cardo y la intensidad del jamón y la salsa. Sírvelo bien caliente, acompañado de pan para disfrutar hasta la última gota de esta salsa deliciosa. Con el aumento de proteínas gracias al jamón y las almendras, este cardo a la aragonesa se convierte en una opción ideal para cualquier comida.