Los torreznos suelen ser una tapa típica de todos los bares españoles, pero en unas zonas se hace mejor que en otras. Soria y Segovia son especialmente conocidas por sus buenos torreznos, sin embargo, el denominado 'Mejor Torrezno del Mundo' 2024 no está en ninguna de estas ciudades.

Cada año la Asociación de Fabricantes de Torrezno de Soria y el Restaurante Virrey Palafox, en colaboración con la Cámara de Comercio de Soria y la Asociación Cultural Gastronómica Soriana, celebran el concurso "El Mejor Torrezno del Mundo". En la edición de este año 2024, por primera vez en diez años, no ganó un torrezno soriano.

El mejor torrezno del mundo está en Zaragoza, en un bar con medio siglo de historia que enamora a locales y turistas. En el barrio de la Almozara está el bar-restaurante Chicago, donde se sirve el mejor torrezno del mundo; reconocido así, desde marzo cuando se llevó el galardón del concurso “El Mejor Torrezno del Mundo”.

Según la Wikipedia un torrezno es una tira de tocino, siempre con su piel, frita o salteada en sartén o tostada en una parrilla. Habitualmente los torreznos quedan crujientes y dorados por el lado de la piel. Suelen comerse como tapa o como guarnición. Una definición que se queda un poco corta para hablar de este manjar.

Hay que tener en cuenta que el torrezno es una de las partes que salen del costillar del cerdo. Por eso, tiene tocino y algo de piel. En cualquier caso, su surgimiento nace del aprovechamiento del cerdo y se trata de un alimento muy energético que aporta una gran cantidad de calorías a una dieta.

Cómo hacer torreznos caseros

En contra de lo que muchos pueden pensar, el torrezno no es malo para la salud. Los torreznos son un aperitivo muy proteico que es capaz de aportar 18 gramos de proteína por cada 30 gramos de alimento, siendo las proteínas imprescindibles para el crecimiento y reparación de tejidos. Por lo que consumido con moderación, es hasta bueno.

Ingredientes:

• Panceta adobada oreada

• Aceite de oliva virgen extra

Pasos:

• Paso 1. Colocamos una rejilla sobre la bandeja del horno y sobre la rejilla, las tiras de panceta con la piel hacia arriba. Es importante que la piel esté completamente seca. Esto podemos hacerlo dejándola en la nevera sin tapar durante algunas horas o colgándola al fresco en un lugar seco.

• Paso 2. Horneamos a 250 ºC con calor arriba y abajo y el grill encendido.

• Paso 3. Cuando lleven 10 minutos empezaremos a vigilarlos y cuando veamos que toda la corteza se ha llenado de burbujas.

• Paso 4. Cuando la corteza esté llena de burbujas, sacamos las tiras del horno y las terminamos de freír en una sartén con abundante aceite muy caliente.