Zaragoza es una ciudad que sabe cómo endulzar la vida, especialmente en Navidad. Con una tradición repostera que se remonta a siglos atrás, las pastelerías zaragozanas se convierten en estas fechas en un auténtico espectáculo de sabores, texturas y creatividad. Los escaparates se llenan de dulces navideños, desde turrones artesanos hasta polvorones y mazapanes, mientras que los aromas de chocolate y almendra invaden cada rincón de la ciudad.
El Coso, la calle Alfonso o los alrededores del Tubo albergan algunos de los templos más emblemáticos del dulce en Zaragoza, donde maestros pasteleros llevan décadas perfeccionando recetas tradicionales y creando innovaciones que sorprenden a cada generación.
Pastelerías y churrerías como La Fama, Fantoba o la Bombonera Oro han convertido la ciudad en un destino imprescindible para los amantes de la repostería. Además, eventos como las ferias de dulces y chocolates ponen de manifiesto el talento local y la pasión por los sabores auténticos, convirtiendo a Zaragoza en un referente nacional del arte repostero.
Bombonera Oro
La Bombonera de Oro, fundada en 1902, es una de las pastelerías más emblemáticas de Zaragoza. Originalmente conocida como Pastelería San José, se ubicaba en el Coso 44. Este establecimiento fue pionero en la ciudad al ofrecer un bar pastelería con cenadores al aire libre, lo que atrajo a numerosos clientes. Con el tiempo, la pastelería adoptó el nombre de Bombonera de Oro, consolidándose como un referente en la elaboración artesanal de dulces y chocolates de alta calidad. Ahora tiene otra ubicación, en el Coso 48.
En noviembre de 2022, Zaragoza acogió por primera vez el Salón Internacional del Chocolate, conocido como Chocomad. Este evento reunió a maestros chocolateros, pasteleros y amantes del chocolate de diversas partes del mundo, ofreciendo degustaciones, talleres y exhibiciones.
La Bombonera de Oro participó activamente en el certamen, presentando una impresionante escultura de chocolate: un busto de Francisco de Goya, reproducción a gran escala de la obra original de Mariano Benlliure. Esta pieza, elaborada meticulosamente en chocolate, fue una de las atracciones más destacadas del salón.
La Bombonera de Oro, con más de un siglo de historia, continúa siendo un referente en la tradición chocolatera de Zaragoza, ofreciendo a sus clientes productos artesanales que combinan calidad e innovación, y manteniendo viva la rica herencia del chocolate en la región.
El origen del chocolate a la taza en Aragón
La relación de Aragón con el chocolate tiene raíces profundas. El Monasterio de Piedra, fundado en 1194 y situado en la provincia de Zaragoza, es reconocido como el lugar donde se elaboró por primera vez el chocolate a la taza en Europa.
Se cuenta que, en 1534, los monjes del monasterio recibieron granos de cacao y una receta traída desde México por Fray Jerónimo de Aguilar, quien acompañó a Hernán Cortés en sus expediciones.
Los monjes adaptaron la bebida original, que era amarga y picante, añadiendo azúcar, canela y vainilla, creando así una versión más dulce y adecuada al paladar europeo. Este hito marcó el inicio de la popularización del chocolate en el continente.
Y parece ser que la expresión popular de "las cosas claras y el chocolate espeso", tan típica en Aragón donde los vecinos tienen fama de directos, puede tener su origen aquí.