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La protagonista de “Soy Georgina” sigue marcando tendencia. En 2022 estrenó su reality, y hace exactamente cuatro meses lanzó su tercera temporada. A los aragoneses nos sorprendió en la primera temporada en el capítulo 5, cuando visitó el pueblo en el que creció: Jaca. Evidentemente, la publicidad gratis en Netflix se notó en el municipio, y la zona consiguió fama internacional.

En la nueva temporada, ha sido en el tercer capítulo cuando Gio ha vuelto a recordar su infancia en el pequeño pueblo aragonés. Hablando de sus trayectos hacia el polideportivo, soltó la graciosa expresión: “Yo, cuando hacía natación de pequeña, tenía que andar hasta el polideportivo en Jaca, que hacía un frío de pelotas en invierno, cargada con la mochila, con el secador y con la toalla. Y ellos no, tienen piscinas y lo tienen todo. Son súper afortunados”.

Los aragoneses sabemos que “el frío de pelotas” no solo se da en el pueblo jaqués. Se sufre en toda la comunidad autónoma, desde Jaca, pasando por Zaragoza, y llegando hasta Calamocha (Teruel), donde hace años se llegó a registrar una temperatura de -30 ºC.

El pueblo de Georgina: Jaca

Georgina nació en Buenos Aires (Argentina), pero su infancia y adolescencia transcurrieron en un pequeño pueblo del Pirineo aragonés. Ciertamente, no se trata de uno de los pueblos más pequeños de la comunidad, ya que Aragón cuenta con muchas localidades con menos de 500 habitantes, y en Jaca actualmente viven más de 13.000 personas.

Durante la grabación del reality, Gio visitó la catedral, algunas de las calles principales del municipio, la Ciudadela, su antigua escuela de danza y el asador Biarritz. Lugares que ahora son fotografiados por vecinos y turistas para mostrar que han estado en el mismo sitio que la mujer de Cristiano.

Tanto la catedral como la fortaleza merecen ser conocidas más allá de la fachada. La catedral de Jaca está considerada como uno de los templos más importantes del primer románico español. Es del siglo XI y está estrechamente vinculada a la propia fundación de la ciudad. La Ciudadela, por su parte, es una llamativa fortaleza en forma de estrella que se levantó años más tarde, en el siglo XVI.

Jaca es la capital de la comarca de La Jacetania y dista 72 km de Huesca y 143 km de Zaragoza. La temperatura en invierno suele rondar entre los 9 y los 2 grados, aunque algunas noches pueden marcar varios puntos por debajo de cero.

Andar por sus preciosas calles medievales resulta un paseo agradable en otros meses del año; pero, desde luego, en invierno, más que apreciar la belleza del entorno, solo se piensa en refugiarse cuanto antes. La expresión de Georgina al recordar sus trayectos es muy entendible.

De todas formas, si no se sufre mucho con el frío, una escapada navideña a Jaca puede resultar perfecta. Su entorno natural, su historia y la buena gastronomía, promenten una estancia de ensueño.