- Total: 1 h 5 min
- Comensales: 4-6
El recetario aragonés para Navidad es rico en tradición y sabor, con influencias de la cocina rural y montañesa, y destaca por el uso de productos autóctonos como el ternasco, los embutidos y dulces elaborados artesanalmente.
Entre los platos típicos de Aragón para Navidad no puede faltar la sopa de ajo aragonesa (una versión contundente de este clásico, con pan seco, ajo, pimentón y huevo escalfado, ideal para entrar en calor), una tabla de embutidos y jamón de Teruel (no puede faltar el jamón Denominación de Origen de Teruel junto con chorizo, longaniza y secallona) o el Ternasco de Aragón (es el plato estrella. Puede asarse al horno acompañado de patatas panaderas y ajo o prepararse en caldereta con hierbas aromáticas).
Sin embargo, tampoco puede faltar el pollo al chilindrón, una de las recetas más emblemáticas de Aragón que, por su sabor intenso y reconfortante, lo convierte en un plato perfecto para las celebraciones navideñas. Su combinación de ingredientes mediterráneos como el pimiento, el tomate y el jamón, con el toque rústico del pollo, hace que sea una opción deliciosa y fácil de preparar para una comida festiva.
El pollo al chilindrón es un plato emblemático de la cocina tradicional aragonesa, aunque también tiene presencia en otras regiones vecinas como Navarra y La Rioja. Su fama radica en su sencillez, el uso de ingredientes de la despensa habitual y el sabor reconfortante de su salsa. Es una receta que representa la esencia de la cocina casera mediterránea y es un símbolo de reuniones familiares.
Ingredientes
1 pollo entero o 1,5 kg de muslos y contramuslos.
2 pimientos rojos (pueden ser secos o frescos).
1 pimiento verde.
4 tomates maduros (o 400 g de tomate triturado en conserva).
1 cebolla grande.
3 dientes de ajo.
150 g de jamón serrano (en taquitos o tiras).
Aceite de oliva virgen extra.
1 vaso de vino blanco.
Sal y pimienta.
1 hoja de laurel.
1 cucharadita de pimentón dulce (opcional).
Paso 1
Preparar el pollo: Trocea el pollo en piezas medianas y sazónalo con sal y pimienta. Si es posible, utiliza pollo campero para un sabor más intenso.
Paso 2
Dorar el pollo: En una cazuela amplia con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, dora las piezas de pollo hasta que estén bien selladas y ligeramente doradas. Retíralas y resérvalas.
Paso 3
Hacer el sofrito: En el mismo aceite, añade los dientes de ajo picados y la cebolla cortada en juliana. Sofríe a fuego medio hasta que estén dorados.
Paso 4
Agrega los pimientos cortados en tiras y sofríelos durante unos 5-7 minutos.
Paso 5
Incorpora el jamón serrano en taquitos y sofríe ligeramente para que suelten su sabor.
Paso 6
Añadir el tomate: Ralla los tomates maduros (o usa tomate triturado) y añádelos a la cazuela. Cocina todo junto a fuego lento hasta que el sofrito esté bien integrado y espeso.
Paso 7
Incorporar el pollo: Vuelve a poner las piezas de pollo en la cazuela, mezclándolas con la salsa.
Paso 8
Añadir el vino y especias: Vierte el vaso de vino blanco, añade la hoja de laurel y, si lo deseas, una cucharadita de pimentón dulce. Deja que el alcohol se evapore durante 2-3 minutos.
Paso 9
Cocinar a fuego lento: Cubre con una tapa y cocina a fuego bajo durante unos 30-40 minutos, removiendo de vez en cuando para que el pollo se impregne del sabor de la salsa.
También se recomienda servir el pollo al chilindrón acompañado de patatas fritas, arroz blanco o una buena rebanada de pan para aprovechar la deliciosa salsa. Y finalmente, si quieres un toque más suave, puedes añadir un poco de caldo de pollo o agua al guiso.
¿Por qué es ideal para Navidad? El pollo al chilindrón es un plato económico, sabroso y reconfortante, perfecto para compartir en reuniones familiares. Su salsa vibrante y sus aromas cálidos lo convierten en una receta que resalta la tradición y el espíritu acogedor de la Navidad aragonesa.
En cuanto a la historia del plato, el pollo al chilindrón tiene raíces humildes. La salsa chilindrón se originó en Aragón, en un contexto rural donde los ingredientes eran sencillos y de fácil acceso. El pollo, a menudo criado en los propios hogares, era un lujo para ocasiones especiales, y la combinación con jamón serrano (producto típico aragonés) añadía un toque festivo.
En el siglo XIX, con la expansión de las técnicas culinarias por España, el pollo al chilindrón ganó popularidad y se integró en la gastronomía de otras regiones, aunque siempre mantuvo su identidad aragonesa.