Zaragoza
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La oferta de cafeterías en Zaragoza sigue aumentando a pasos agigantados, por eso, encontrar un sello diferente es una misión obligatoria para todos aquellos emprendedores que buscan consolidarse en las calles de la capital aragonesa. Eso pretende hacer la nueva cafetería, Rumore Café, que abrió sus puertas el pasado 12 de diciembre en pleno centro.

No es la primera vez que Pablo Mata se embarca en un proyecto así. El propietario ya tiene una cafetería en Zaragoza, Palmaria Café. Este local nació hace seis años en la plaza San Pedro Nolasco, y debido al éxito de esta, surge ahora Rumore, que sigue la misma línea de ese rincón. Atractivo a la vista, con luces tenues, buena acústica, sillones y un espacio donde el cliente se siente cómodo.

Se ubica en la calle Jerónimo Blancas, 5 y los dueños, Pablo y su marido, están encantados de la elección: “Vimos el potencial de este local, nos enamoramos y además hemos tenido la suerte de que se ha reformado la calle”.

Así pues, a pesar de la cantidad de cafeterías que hay por la zona, Pablo expresa que creyeron que podían sumar a la oferta. “La gente a veces lo ve como una competencia, pero todo lo contrario, es un revulsivo”, justifica.

Con la misma ilusión que la primera vez, el aragonés inició un bonito y valiente camino. Primero surgió la cuestión del nombre, prácticamente lo más difícil. ¿Por qué Rumore? “Quería que hiciera gracia, que evocara algo. Teníamos una lista enorme de nombres, pero ninguno nos gustaba. Alguien dijo la palabra y salió el nombre”, cuenta.

Interior de Rumore. E.E.

Otro de los pasos era el diseño de todo el local, dividido en dos zonas. Una es “más setentera” relata Mata acordándose de su edad joven bailando canciones de Raffaella Carrà. La otra es más clásica, pero todo hace un conjunto provocando que el cliente se sienta como en casa y recuerde tiempos pasados. 

Una decoración muy cuidada y elegante, donde aparecen colgadas revistas de Hola, bonitas lámparas o un piano, además de teteras muy originales o su carta de repostería casera hacen que Rumore se haya convertido en apenas unos días en un rincón especial para muchos.

Y es que estos primeros días, según reconoce su dueño, han sido “una locura”. Con entrar al local se puede ser consciente de ello. Difícil encontrar una mesa vacía. “Esperaba gente, pero no esperaba como este sábado que había cola en la puerta. Todo el mundo nos dice que le encanta, pero aparte de que le guste, queremos que repitan y que se sientan cómodos y acogidos”.

Una carta deliciosa

Sin duda, los amantes de un buen desayuno pueden estar contentos con la llegada de Rumore. No puede faltar su café de especialidad y repostería casera como su deliciosa tarta de zanahoria. “No tenemos mucha variedad, pero todo es casero. Iremos cambiando con el tiempo”, explica.

Interior de Rumore Café. E.E.

También hay opciones saladas y después de Navidades incluirán un brunch el fin de semana que acabará con una copa de champán. Todo ello sin perder la relación calidad-precio.

Por si no fuera suficiente, rodeado de esta ambientación, el cliente también podrá disfrutar tomándose un cóctel después de cenar. Su horario es de 8.30 a 22.30, alargándose hasta la 1.30 los fines de semana.

Por último, Pablo Mata sabe que a la gente le gusta la novedad, pero lo importante es permanecer. A base de trabajo, sonrisas y buen trato quieren conquistar a los zaragozanos para que su historia sea larga.