Abuela cocinando torta.

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Ni la harina ni el azúcar, el truco de la abuela aragonesa para que las tortas de anís te queden perfectas

Las tortas de anís son un clásico en las tardes de invierno en Aragón, con este sencillo truco de las abuelas se consigue potenciar el sabor.

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Zaragoza
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Aragón es una tierra rica en tradiciones culinarias, y los dulces ocupan un lugar especial en su patrimonio gastronómico. Desde recetas que se han transmitido de generación en generación hasta postres que evocan recuerdos de la infancia, los dulces aragoneses son un reflejo del amor y la dedicación que caracterizan a la cocina casera.

Entre las especialidades más queridas destacan las frutas de Aragón, los guirlaches y las castañas de mazapán, delicias que llenan de dulzura las mesas durante todo el año. Sin embargo, los postres caseros tienen un encanto especial, ya que se preparan con ingredientes sencillos pero llenos de sabor, como el anís, la miel y el aceite de oliva, elementos clave en muchas recetas tradicionales.

Las tortas de anís son un ejemplo perfecto de esta tradición repostera. Son fáciles de preparar y tienen un aroma inconfundible. Te enseñamos cómo hacerlas y compartimos el truco de la abuela aragonesa para que te queden perfectas.

Tortas de anís

Las tortas de anís son un clásico en las tardes de invierno en Aragón. Este dulce sencillo, con su aroma característico y su textura crujiente, tiene la magia de transportarnos a la cocina de nuestras abuelas. Hoy te contamos cómo prepararlas con un truco que hará que tus tortas sean las mejores.

La receta de las tortas de anís es fácil y requiere pocos ingredientes, pero hay que tener tiempo por delante para dejar reposar la masa.

Ingredientes

  • 50 g de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de ajonjolí
  • 1 cucharadita de anís en grano
  • 1 cucharadita de anís en grano
  • 10 g de levadura de panadería
  • 15 g de azúcar
  • 180 g de harina
  • Ralladura de limón, agua y sal

Paso 1

Preparar la masa: En un recipiente amplio, añade los ingredientes en el orden de la lista. Primero van los líquidos: el aceite de oliva, el anís líquido y el agua templada. Luego incorpora el anís en grano, el ajonjolí, la ralladura de limón, la levadura, el azúcar y la pizca de sal. Por último, agrega la harina poco a poco.

Paso 2

Amasar: Trabaja la mezcla hasta conseguir una masa suave y homogénea que no se pegue en las manos. Este paso es clave para lograr una textura perfecta en las tortas.

Paso 3

Reposo: Forma una bola con la masa, cúbrela con un paño limpio y deja que repose durante al menos una hora en un lugar cálido. Este tiempo permite que la masa fermente y gane elasticidad.

Paso 4

Formar las tortas: Divide la masa en porciones pequeñas y forma bolas. Con ayuda de un rodillo, estíralas hasta obtener tortas finas. Espolvorea la superficie con azúcar para darles ese toque crujiente y dulce.

Paso 5

Horneado: Coloca las tortas en una bandeja de horno y hornéalas a 160°C hasta que adquieran un bonito color dorado. Esto suele llevar unos 10-15 minutos, pero vigílalas para evitar que se quemen.

Tortas de aceite.

Tortas de aceite.

El secreto para unas tortas de anís inolvidables es infusionar el aceite de oliva antes de usarlo. Calienta el aceite a fuego suave con la cucharadita de anís en grano y el ajonjolí durante unos minutos, sin que llegue a hervir. Deja que se enfríe antes de incorporarlo a la masa.

Este paso potencia los aromas y asegura que cada mordisco sea una explosión de sabor. Con esta receta, tus tortas de anís tendrán ese toque especial que siempre recordaremos de las manos expertas de nuestras abuelas.