Raúl Bernal recoge el galardón.

Raúl Bernal recoge el galardón. E.E.

Vivir

Raúl Bernal, el aragonés que se corona como el mejor pastelero de obrador de España: "Ojalá sea el principio de algo muy grande"

Este oscense ya fue seleccionado como mejor chocolatero artesano de España, entre otros reconocimientos.

Más información: La pastelería que arrasa en Huesca por sus desayunos: maestros chocolateros con el mejor bombón de España

Zaragoza
Publicada

La vitrina de Raúl Bernal (Huesca, 1983) guarda cada vez más reconocimientos. Este maestro chocolatero y pastelero aragonés causa sensación por toda España con sus bombones, postres y el resto de su irresistible bollería.

Bernal ha sido reconocido como mejor maestro chocolatero de España en dos ocasiones (2011 y 2023) y hace unos días recogió otro galardón en Madrid: mejor pastelero de obrador del país. Así pues, el oscense ha conseguido poner en el mapa nacional a Huesca y a Aragón, y sobre todo, a su pastelería Lapaca.

Sin duda, queda demostrado que el amor, la pasión y el trabajo dan sus frutos, pero Raúl Bernal todavía quiere más.

Pregunta.- Para empezar, ¿cómo comenzó su pasión por la pastelería? ¿Tradición familiar, casualidad?

Respuesta.- Pues no empecé en pastelería porque me gustara ni porque fuera una persona a la que le encantara el dulce. Empecé porque con 16 años, no me encontraba cómodo estudiando, pero tampoco quería estar sin hacer nada. Mi madre conocía a unos pasteleros y empecé de aprendiz. Estuve una semana esperando cumplir 16 para poder empezar a trabajar.

Empecé ayudando y haciendo lo básico. Siempre me ha gustado mucho dibujar y creo que la parte artística siempre la he tenido. Supongo que eso es lo que más me ha gustado de la pastelería, que es muy manual y que con chocolate puedes hacer cosas muy diferentes y no está tan encasillado. Me parece más creativo y que está todo más abierto. Es lo que más me enganchó.

Raúl Bernal.

Raúl Bernal.

P.- Y desde entonces, ¿cuál fue su camino?

R.- A los cuatro años lo dejé durante un año porque era joven, mis amigos siempre estaban de fiesta y empecé en otro oficio. Me di cuenta de que no me gustaba. El fin de semana trabajaba en un restaurante como extra de cocina para bodas y me apetecía más ir a trabajar el fin de semana que entre semana, aunque era cuando mis amigos tenían libre.

Fue un punto de inflexión y ya decidí otra vez dar un giro, volver a la pastelería. Empecé a estudiar en la escuela del Gremio de Barcelona, a los 23 años. Fue una oportunidad muy grande, yo venía de Huesca, que no había casi nada y ahí estaban los mejores pasteleros, las mejores pastelerías. Había muchos cursos, había cosas que yo no sabía que existían. Al acabar de estudiar, a los tres años entré de profesor en la misma escuela. Para mí fue un orgullo. No pensaba para nada dedicarme a la formación, ni ser profesor.

P.- Así que todo fue surgiendo poco a poco, sin pensar.

R.- Sí, yo hago las cosas como van saliendo. No me he obsesionado con nada ni tengo objetivos concretos. Voy día a día y van llegando las cosas.

P.- Luego vino la pastelería Lapaca. ¿Por qué decidió abrirla?

R.- Después del Gremio Barcelona me llamaron de Chocovic, la Chocolate Academy de Vic y estuve casi cinco años. Ahí me dediqué a la formación, a viajar, a hacer demostraciones, asesorías... Aprendí un montón y tuve la oportunidad de conocer muchas más cosas, de hacer mucho desarrollo de producto. Estuve con grandes pasteleros y eso también te contagia, crecí mogollón.

Y después tenía la necesidad de volver a casa, de abrir mi propio negocio. Cuando te dedicas a la formación te pegas mucho tiempo desarrollando productos, pero haces una demostración y eso se va. Y así continuamente. Todo el tiempo que dedicas a algo no lo aprovechas, no lo luces y necesitaba que la gente que lo disfrutara. Esa parte de tienda, que es también la parte bonita del oficio, es más sacrificado, pero es una recompensa a lo que estás haciendo. Y eso es lo que necesitaba yo, por eso decidí volver a Huesca y abrir Lapaca.

Estamos contentos con todo el recorrido que tenemos, pero ha habido momentos en los que ha sido más complicado

P.- Además es todo un éxito, pues en este tiempo se ha ganado el prestigio en Huesca y fuera.

R.- Cuando nosotros arrancamos hace cinco años empezábamos de cero. Tenía reconocimiento profesional y había ganado el mejor chocolatero de España en el 2011, pero a la gente le tienes que demostrar cada día lo que sabes hacer. Aquí hay pastelerías que tienen 100 años, pastelerías con mucho nombre. Tienes que demostrar. Fuimos día a día hasta que llegó en 2023 el premio a mejor bombón de España. Eso nos puso en el mapa, la gente ya nos entendió más como chocolateros. Estamos contentos con todo el recorrido que tenemos, pero ha habido momentos en los que ha sido más complicado.

También me eligieron para lanzar el cohete de las fiestas de Huesca, no todo el mundo tiene la oportunidad de hacerlo y te sientes muy valorado en tu ciudad. Ese mismo año gané el mejor chocolatero, etc. Hemos entrado en el grupo Relais Desserts, una asociación de pasteleros internacional de origen francés en la que están las mejores pastelerías del mundo. Es también muy fuerte.

P.- Y los premios han continuado. Ahora ha sido reconocido como mejor pastelero de obrador de España. ¿Cómo lo recibió?

R.- Es un orgullo. Además, viniendo de donde viene, porque lo que abarca Montagud es un mundo que no es el nuestro, son, sobre todo, grandes cocineros, grandes nombres de la cocina. Me hizo mucha ilusión que fuéramos nosotros.

A mí me emocionó por lo que es, por dónde es, por lo que abarca y por lo que representa Montagud. Es de toda España, hay mucha gente y que te hayan votado para que tú seas, es un orgullo. Supongo que hay la gente a la que le inspiras con tu trabajo o con tu manera de entenderlo o tus ganas de compartir. Es una manera de agradecernos a nosotros lo que hacemos y fue muy emocionante.

P.- Recordando ese premio a mejor bombón. ¿Diría que ese es su punto fuerte? Personalmente, ¿qué es lo que más le gusta hacer?

R.- Donde puedo ser más especialista o más diferente, puede ser la mona de Pascua, porque desde el 2012 vengo haciendo figuras diferentes y hemos dado cursos por todo el mundo y es un estilo muy personal que ha tenido mucha acogida.

Es donde más cómodo me siento porque es algo propio en el que yo soy el que dirijo y no me baso en nada de nadie. Un poco mi esencia pura. Pongo toda la creatividad en una mesa y es todo más mío. Hacemos una bollería muy buena también. Al final me gusta todo lo que hago porque si no, no lo haría. Buscamos siempre lo mejor y evolucionar.

Me gustaría ganar el premio a mejor cruasán de España

P.- Habla de cambios, mejorar… ¿Qué proyectos tiene para el futuro?

R.- A nivel de empresa, lo que queremos ahora es dar un pasito más en cuanto al desarrollo de productos, de packaging. Estamos ya sacando un empaquetado nuevo sobre las trufas. Hemos cambiado el nombre, queremos añadir cosas y cambiar la evolución de la marca, personalizar todo mucho más.

Y luego como objetivo mío de este año, y si no puede ser, pues, del siguiente, ganar el mejor cruasán de España. Eso es lo que yo quiero. Nos presentamos hace 4 o 5 años, creo que lo hacemos bien cada día, la gente viene a disfrutar de nuestra bollería y para mí sería un premio, pero también para el equipo.

P.- Por último, con estos premios se reconoce el talento de Aragón. Imagino que para usted es un orgullo ser de Huesca y decir que es el mejor.

R.- Yo decía siempre que quería ser el primero de Huesca en ser el mejor chocolatero, también soy el primero de Aragón. Me hace mucha ilusión porque creo que es muy importante que tengamos referentes reales para saber que es posible llegar. Yo soy el mejor chocolatero de España y estoy seguro de que ahora a un chaval más mayor o más pequeño dirá, oye, yo también quiero y puedo aun estando en Huesca.

También me enorgullece que mucha gente piense que nuestra tienda tendría que estar en Barcelona o en Madrid. Tenemos una tienda que ha dado un mejor bombón, que ha dado un mejor chocolatero, que ha dado el mejor pastelero a Aragón. Para mí es súper importante y es el trabajo de mucha gente anterior que ha hecho que otros puedan aprender. Me gusta compartir el conocimiento y creo que es mejor que estemos juntos que separados. Ojalá esto sea el principio de algo muy grande.