Noelia Gómez
Publicada

Las croquetas son uno de los platos más queridos y tradicionales en la gastronomía española, y en Aragón no son una excepción. Las abuelas aragonesas tienen una forma muy especial de preparar estas delicias, y suelen hacerlas con los ingredientes que tienen a mano, adaptándolas a los sabores de la región.

Sin embargp, ¿cuál es el ingrediente estrella de las abuelas aragonesas a la hora de hacer estas delicias? Cabe destacar que este tipo de croquetas caseras en tienen una serie de peculiaridades que las hacen especialmente sabrosas y diferentes a las de otras regiones de España.

Estas croquetas son una muestra del sabor casero y auténtico que caracteriza la cocina de Aragón, y reflejan la riqueza de sus ingredientes locales y la sabiduría culinaria transmitida de generación en generación.

La base de las croquetas es siempre una buena salsa bechamel, que las abuelas elaboran con leche, mantequilla, harina y sal. Algunas, en lugar de mantequilla, pueden utilizar aceite de oliva para darles un toque más suave y saludable.

Luego, hay que tener en cuenta los ingredientes principales: dependiendo de lo que tengan a mano o de la receta que siguen, las abuelas aragonesas rellenan sus croquetas con:

  • Pollo o pavo: Uno de los ingredientes más comunes. Las abuelas suelen utilizar restos de pollo asado o pavo de las comidas familiares, desmenuzándolos bien para mezclarlos con la bechamel.
  • Jamonazo: En muchos hogares aragoneses, el jamón serrano es una joya gastronómica, por lo que las croquetas de jamón (a veces con trozos más grandes de jamón) son muy populares. Este jamón aportará a las croquetas un sabor salado y profundo.
  • Ternera: También es común usar carne de ternera cocida o guisada, desmenuzada finamente, para hacer croquetas de carne.
  • Setas y hongos: Especialmente en las zonas rurales, donde la recolección de setas y hongos es frecuente en otoño, las abuelas aragonesas pueden hacer croquetas con un toque más silvestre y sabroso utilizando setas como los boletus o los níscalos, lo que les da un sabor muy distintivo.
  • Bacalao: En algunas zonas de Aragón, sobre todo en la época de la Semana Santa, se utilizan las croquetas de bacalao o bacalao desmigado, una receta perfecta para la temporada.

Las abuelas aragonesas son muy generosas con las especias. Además de la sal y pimienta, suelen añadir un toque de nuez moscada a la bechamel para darle un toque delicado. Algunas también les añaden ajo picado o perejil a la masa para un sabor más fresco.

Además, las croquetas se rebozan en huevo batido y se pasan por pan rallado antes de ser fritas. El pan rallado es clave para que queden crujientes por fuera y cremosas por dentro.

Las abuelas de Aragón siguen un proceso muy tradicional para hacer las croquetas. Primero, preparan la bechamel y, una vez que está lista, incorporan el ingrediente principal elegido (pollo, jamón, setas, etc.). Se deja enfriar la masa hasta que tenga la consistencia adecuada para poder formar las croquetas. Luego, se les da forma con las manos (generalmente pequeñas bolitas o cilindros), se rebozan en huevo y pan rallado, y finalmente se fríen en aceite bien caliente hasta que estén doradas y crujientes por fuera.

En algunas zonas de Aragón, se les puede dar un toque más innovador, añadiendo queso o utilizando una mezcla de manteca de cerdo en la bechamel para que tengan un sabor aún más intenso. Las croquetas se sirven generalmente como tapa o aperitivo, aunque también son un plato perfecto para acompañar una buena comida familiar.

Las croquetas que preparan las abuelas aragonesas son un verdadero manjar de la cocina casera. Son sabrosas, reconfortantes y siempre llevan el toque especial que solo ellas saben dar. ¡Un plato que nunca falta en las mesas de la región!