El cerebro del despacho Nummaria, desmantelado por una investigación de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) por montar estructuras opacas a clientes como Imanol Arias y Ana Duato, fue consejero de Fibanc, banco fundado por el marido de la jefa de esta oficina dependiente de la Agencia Tributaria. El marido de ésta, ahora investigado por blanqueo de capitales, fundó el banco catalán e incorporó como miembro del Consejo de Administración a Fernando Peña Álvarez, principal investigado en el 'caso Nummaria'.
Su relación es de hace años. Concretamente, Peña se incorporó a Fibanc en 1989 tras constituir dos años antes la empresa Gestores del Mercado de Valores y después la sociedad Gestesor SGIIC, que luego pasó a formar parte de Fibanc. Después de su salida del banco en 1991, Peña creó otra sociedad, Gestesor Inversiones SL, con el fin de invertir ahorros de clientes que mantenían una fluida relación de confianza con ellos. Precisamente, por estafar a varios de ellos 80 millones de las antiguas pesetas, fue condenado a tres años de prisión por la Audiencia Provincial de Madrid.
Ahora, el marido de la jefa de la ONIF, Alejandro Pérez Calzada, y su ex consejero, Fernando Peña, se encuentran ambos investigados. Al primero, la Guardia Civil le registró este miércoles su casa, además de varias sedes, por un presunto blanqueo de capitales, por asesorar a través de Venture Finanzas a clientes españoles con dinero en el HSBC de Ginebra, y cuyos nombres han salido en la 'lista Falciani'.
Por su parte, Peña está siendo investigado por delitos fiscales como cerebro de un despacho dedicado a crear estructuras societarias para clientes con un fin defraudador. Los dos están en la lupa de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía Anticorrupción.
García Valdecasas, presente en el registro a Nummaria
Fernando Peña es el dueño del despacho Nummaria y fue precisamente la ONIF, dirigida por Marga García Valdecasas -mujer del fundador de Fibanc- quien se encargó de la investigación y presentó un informe a la Fiscalía Anticorrupción. El Ministerio Público analizó la documentación y elaboró una querella presentada al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que desembocó en el registro al despacho de Nummaria el pasado 27 de abril.
En la 'Operación City', Peña tenía una orden de detención pero se libró del arresto por parte de la Policía Nacional al encontrarse fuera de España. Sin embargo, su despacho fue desmantelado. Agentes de la Policía e inspectores de la ONIF se presentaron en sus oficinas para llevarse toda la documentación de clientes suyos, que a día de hoy están siendo analizados.
Según fuentes presentes en el registro, la propio García Valdecasas acudió al despacho a controlar la documentación que se debían llevar de la oficina, en la que aparte de ingente cantidad de documentos se encontraron cámaras y aparatos de grabación de audio en todas sus oficinas. Actualmente, su equipo es el encargado de buscar posibles nuevos clientes que no constan en la querella inicial de la Fiscalía Anticorrupción, que podrían haber cometido fraude fiscal gracias al asesoramiento de Peña.
Fibanc, salpicado ya por el dinero negro
La entidad en la que coincidieron Perez Calzada y Peña Álvarez se vio salpicada ya por un escándalo de blanqueo de dinero en los años 90 investigado por la Audiencia Nacional. El llamado 'caso Fibanc' (que recibió el nombre de la entidad financiera) arrancó en 1994 cuando la quiebra de una comercializadora de fondos controlada por el banco (una firma de nombre Athos) develó la existencia en la entidad de una bolsa de dinero negro de 120 millones de euros (20.000 millones de pesetas).
Las pesquisas judiciales afloraron que el dinero se movió presuntamente con varias sociedades instrumentales que se abrieron en forma de comunidades de bienes (una figura parecida a la utilizada según la Audiencia Nacional para mover el dinero de los actores Ana Duato e Imano Arias y obtener ventajas fiscales). Ya entonces los juzgados de Barcelona (que aglutinaron las denuncias de gran parte de los afectados) señalaban a Fernando Peña, considerado el cerebro de la trama Nummaria, como una de las personas que movió los fondos investigados.
Pérez Calzada fue vicepresidente y fundador de Fibanc, el principal accionista de Athos. La investigación terminó con el presidente y fundador de Athos, Carlos Nadales, en prisión, mientras que Fibanc fue comprado poco después por el banco italiano Mediolanum, del que Pérez Calzada formó parte hasta 2002 según los registros mercantiles españoles.
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