Por Ángel Alonso Pachón
Sr. Director.
Cuando se difuminan sin control las alianzas poselectorales, realidad presente de forma esperpéntica en la España actual, suelen aparecer lo que los científicos llaman “agujeros negros”.
Según Wikipedia llamamos agujero negro a la zona del espacio en la que se genera un campo gravitatorio de tal fuerza que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.
Al PSOE con su controvertida política de “aliarse para el cargo” le están apareciendo gran número de agujeros negros de distintos tamaños, de diferentes composiciones, pero todos ellos con un campo de gravedad tal que impide que quien se alió con ellos sea capaz de acercarse para juntos gobernar porque, en ese momento, le “fagocitan”.
Dichos agujeros negros, en la política, se van convirtiendo en “pequeños reinos taifas”, que dicen ser fiel al señor siempre y cuando no se meta con ellos. Las contradicciones de los políticos socialistas tienen su origen en no haber respetado su esencia doctrinal y haber convertido su acción ciudadana en un “cuba libre” al gusto del consumidor.
El PSOE está difuminando los valores, está retorciendo las palabras, está llamando enriquecedor a lo que antes llamaba traición demagógica, está besando a los que antes le escupieron, está enmudeciendo poco a poco debido al campo gravitatorio de sus alianzas con dichos ”agujeros negros”.
Para muestra basta observar la impotencia de su Comité Central para detener la esperpéntica actuación del Alcalde de Oviedo en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias el viernes día 23 de octubre de 2015.
Poco a poco, de esa manera, la cultura, los principios, las libertades… irán desapareciendo fagocitados por los espacios gravitatorios (agujeros negros) consensuados con el PSOE.