Mira quién baila

El Hormiguero

El Hormiguero

Por Jesús Patiño

Han sido muchas las reacciones, al menos en redes sociales, al baile que se marcó la semana pasada la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en el programa de TV El Hormiguero. De todas ellas no entiendo ni las eufóricas ni las agoreras. En este punto no puedo dejar de citar el gran titular del diario humorístico El Mundo Today: "Los inversores extranjeros vuelven a confiar en España tras el baile de Soraya".

Solo me parece que si la vicepresidenta se vio con ánimo y con fuerzas para hacerlo dignamente, sin duda hizo muy bien. Hizo bien, en términos de comunicación política, por dos motivos. El primero porque demuestra en ella capacidad de empatía, o lo que es lo mismo, capacidad de conectar con una sociedad que ya no pide a los políticos lo mismo que les pedía cuando los efectos de la crisis económica dejaban poco margen para el optimismo, aprovechando un cambio de estado de ánimo que parece incipiente en los españoles, y en segundo lugar porque reforzó de esta forma lo que quería transmitir: el cambio de ciclo, la mejora económica, el "a partir de ahora todo irá bien". Y no hay mejor forma de hacerlo que bailando, que es como la mayoría muestra su alegría y su despreocupación.

Por ello, bien por Iceta, pionero en estas lides, y bien por Soraya. Estaba tardando en convertirse en tendencia que un político bailara delante de las cámaras.