Por Rafael Saturnino Vargas Rivera

Está cada vez más claro que Maduro y los maduristas más cercanos a él tienen tres alternativas. Primero, el destierro; marcharse del país a disfrutar lo robado en un país aliado (Rusia, Irán, Cuba.., es verdad que son lugares poco atractivos y más para algunos gustos de los narcochavistas, pero seguro que con el dinero que han saqueado podrán pagarse exilios de oro en sitios discretos y más tolerantes).

Opción segunda: asumir sus responsabilidades e ir a prisión, con esto consiguen dejar a sus familiares bien situados en Venezuela; se sacrifican por los suyos y así conseguirían que el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela, la gran coalición chavista, en la que no olvidemos también hay un partido Podemos-Venezuela) no pareciera culpable en su conjunto, sino que fueran capaces de dar la imagen de que en el PSUV también hubiera existido gente honrada desplazada por una dirigencia corrupta y mafiosa; de este modo el PSUV "regenerado" podría seguir concurriendo a futuras elecciones.

Y tercera, resistirse a la realidad: es decir, ignorar que la inmensa mayoría de venezolanos no quiere seguir con el experimento de implantar el castrismo en Venezuela; resistirse al deseo de volver a ser una nación normal, con los defectos y virtudes que tenía la IV República (época histórica anterior a la llegada de Chávez al poder), y enfrentarse a la masa de población que está harta de la escasez de productos básicos, de la delincuencia más alta del planeta, la peor corrupción de América, el racionamiento, las colas, los hospitales sin medicinas, la inflacion brutal... habría entre personas normales una cuarta opción: negociar una salida económica con la la MUD (Mesa de Unidad Democrática, que aglutina a todos los partidos democráticos desde los conservadores a los socialdemócratas pasando por los liberales, democristianos, etc.); pero ya se sabe que la extrema izquierda no negocia, porque ellos son perfectos, lo saben todo y representan al pueblo, por lo que negociar para ellos es algo inútil salvo para llegar al poder (véase a Podemos en España negociando con los secesionistas y con el PSOE).

En definitiva, parece que Maduro está eligiendo la tercera opción, seguir en el poder, además con la misma política ineficaz de los 17 años anteriores. Yo auguro que esto a Maduro le conducirá a la muerte; le matarán los suyos cuando un buen número de castrochavistas perciban a Maduro como el obstáculo para seguir robando y traficando, o quizás ni siquiera haga falta un gran número, quizás basten unos cuantos y que estos sean decisivos. Y este camino ya lo ha emprendido Maduro. ¿Rectificará? No sabemos si todavía está a tiempo de rectificar, pero tenemos dos pistas: su escasa preparación cultural, no superior a la de un niño de primaria, y su obediencia incondicional a las órdenes que le llegan de Cuba. Yo creo que Maduro morirá a manos de los suyos; lo que me preocupa es cuánta gente tiene que morir en Venezuela, y quizás también fuera, para que el Burro deje paso a la libertad.

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