Por Víctor Llano
Los dos son negros. El cubano más que el estadounidense. Uno lucha por la libertad en una Isla-Cárcel. El otro dice defenderla desde la presidencia del país más poderoso del mundo.
Biscet es víctima de los verdugos que Obama abrazó. Los hermanos Castro lo consideran una amenaza porque denuncia sus crímenes. De Obama dicen que es un amigo. Creen que va a llenar de turistas estadounidenses los escombros que rodean las doscientas cárceles entre las que están las que sirvieron a los tiranos para encarcelar a Biscet durante once años.
¿Quién es más libre? ¿Biscet que se enfrenta a sus verdugos? ¿O el que vive en una mansión a noventa millas y corrió a abrazarles antes de dejarla? ¿Es eso lo que merecen los cubanos?
Sí. Los dos son negros. Los dos tienen carisma. Pero el cubano se la juega. Está con la verdad. ¿Y el otro? ¿Con quién está el otro? ¿Qué pueden agradecerle las víctimas de la tiranía castrista a Barack Obama? ¿Más patrañas?
Denunciando la represión en Cuba sobreviven muchos hombres y mujeres libres. Uno de ellos es Óscar Elías Biscet. Mucho más libre que el presidente de los Estados Unidos.
Biscet es un héroe. ¿Qué es Obama?