Por Juan Fernando Ramón Sánchez

El padre de Mafalda, Quino, advertía, no sin razón, que no es necesario decir todo lo que se piensa pero sí es necesario pensar todo lo que se dice. Algo de esto ha debido de ocurrirle a la Concejala de Servicios Sociales de Badajoz, quien, supuestamente ante la imagen de dos varones ataviados con correaje y desnudos al menos en su parte dorsal ha manifestado en su red social epítetos tales como "repugnantes, desagradables, repulsivos y asquerosos", me imagino que por no cumplir los canones estéticos de su agrado. La imagen calificada por la concejal pertenecía al desfile del Orgullo Gay de Madrid.

Esta actitud es más que lamentable, primero porque como diría el refranero, en casa del herrero cuchillo de palo. Es conocido el origen de la fiesta de los Palomos en Badajoz, así como la proyección turísitica y económica que ofrece a la ciudad, no en vano se declaró ciudad Gay Friendly. Segundo porque incitó a una serie de comentarios homófobos, de tal manera que tuvo que retirar lo escrito ante la tormenta que se avecinaba, ya que acaba de abrir la Caja de Pandora de la homofobia y por último, a nadie se le debería ocurrir juzgar un libro por el color de sus tapas. Es al menos superfluo el juzgar a alguien por su estética.

En definitiva, es una pena que se hable de esto en Extremadura, en vez de hablar de su Festival Intenacional de Teatro Clásico, de su oferta turística y de su gastronomía. Es importante recordar que Julio César advirtió que la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo.

Colabora con el blog

Forma parte de los contenidos del Blog del Suscriptor
Escribir un artículo