Por Ángel Ramos Laguna

Podría pensarse que la única preocupación de un estudiante de Derecho y ADE de 20 años es el fin de las vacaciones de verano (que también). Pues no es así, las preocupaciones son numerosas, unas más importantes que otras, pero todas con cierta relevancia.

A continuación me propongo expresar estas preocupaciones, que, como podrá verse, son mayoritariamente económicas y políticas.

En primer lugar, y como la gran mayoría de españoles, mi principal preocupación es la formación de gobierno en España. Ni España ni los partidos políticos pueden permitirse unas terceras elecciones. Sin embargo, creo que hasta octubre, una vez pasada -y, supuestamente, fracasada- la investidura de Rajoy y las elecciones vascas y gallegas, el PSOE no tomará la decisión de abstenerse para posibilitar un gobierno en minoría del PP.

El pacto PP-Ciudadanos es clave para la abstención del PSOE: se trata de un pacto con alto contenido socialdemócrata, con un importante incremento del gasto social; además, como se ha dicho, 100 de las 150 medidas se encontraban en el pacto PSOE-Ciudadanos.

Pensándolo detenidamente, para el PSOE la mejor opción es la abstención: cualquier ley que quiera aprobar el PP, deberá ser consensuada con ellos, por lo que podrán dejar su “huella” en cada ley.

Mi segunda preocupación es si la Reserva Federal (Fed) subirá o no los tipos de interés, de cara a una progresiva normalización de la política monetaria. La economía estadounidense, con los últimos datos, se muestra sólida y en buenas condiciones para poder soportar sin problemas una subida (mínima) de tipos de interés. Pero mi preocupación es cómo se tomaría el mercado, las bolsas, una subida de tipos. Tras un mes de agosto con reducida volatilidad, podrían ponerse las cosas “feas” en los mercados de acciones.

La tercera preocupación, y ya lleva bastante tiempo en mi cabeza, es el incremento exponencial de deuda desde la crisis de 2008. No sólo es un problema de España, sino de todos los países. Ahora, con unos tipos de interés en mínimos históricos, la deuda es soportable, pues los gastos financieros son mínimos; sin embargo, un shock que provocara una subida de tipos provocaría numerosos defaults (impagos). En la siguiente imagen se muestra cómo la deuda global ha aumentado en 57 trillones de dólares desde el año 2007. Y sigue aumentando. Asunto para preocuparse.

La cuarta preocupación es si Europa y Estados Unidos van a firmar antes de las elecciones americanas el TTIP (Tratado de Libre Comercio entre Europa y Estados Unidos). El hecho de no firmar el Tratado antes de las elecciones podría tener 3 consecuencias: (a) que gane H. Clinton y decida continuar con las negociaciones y firmarlo; (b) que gane H. Clinton y el Tratado se quede guardado en un cajón; y (c) que gane D. Trump: como ya ha dicho el candidato, no piensa firmar ningún acuerdo de libre comercio.

Por lo tanto, sería importante dar un empujón a las negociaciones y que el Tratado quedara firmado antes de los comicios americanos.

El TTIP, como han apuntado numerosos estudios, aportaría grandes beneficios a ambas economías, aumentando el empleo, la actividad económica y las relaciones entre EEUU y Europa.

En último lugar, y para no aburrir al personal con mis pensamientos, el bajo crecimiento global es otra de mis preocupaciones. Crecimiento económico reducido -o nulo en algunos países, como Francia o Italia-, que da lugar a menores beneficios empresariales. Esperemos revierta la situación, aumente el consumo y la inversión, suban los precios y salarios, y la rueda empiece a girar.

En resumen, estas son mis principales preocupaciones de cara al próximo curso; seguro que me olvido alguna, pero no será de las más importantes.

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