Por Mario Martín Lucas
Con cierta frecuencia se suele decir que la realidad supera la ficción. En el caso de esta obra que forma parte del espectacular arranque del proyecto de Kamikaze en el Teatro Pavón, la sensación que invade al espectador es que no está en el patio de butacas de una sala teatral, sino que forma parte de la propia escena, tan cotidiana, tan frecuente, tan real en esta sociedad nuestra de la España de la segunda decena del siglo XXI, que rápidamente se empatiza con los tres protagonistas de El plan. Tres trabajadores en paro, víctimas del cierre de su empresa para ubicarse en Polonia, perdedores, desesperados, con un mismo sentimiento bajo su piel... ¡Nos han robado la vida, el futuro, nuestros sueños…!, podrían ser cualquiera de nuestros conocidos e, incluso, nosotros mismos.
El texto de Ignasi Vidal fluye con naturalidad, que, dirigido por él mismo, construye un relato hiperrealista, desarrollado bajo la forma de comedia, que discurre enmarcada entre sonrisas y alguna carcajada, para completarse en una mueca final, sabiamente administrada.
El desarrollo de la trama se presenta en la escena fija de la vivienda de Paco, donde queda con Ramón y Andrade, a primera hora de la mañana para cumplir el plan preconcebido, pero el incumplimiento de los horarios, la avería del coche, las conversaciones que se precipitan desde lo general a lo particular, invadiendo las áreas más sensibles, aflorando los desamores, las infidelidades, los gatillazos y los secretos escondidos, que terminan revelando una situación que sorprende a los propios protagonistas.
El trabajo de interpretación es notable por parte de los tres protagonistas, Chema del Barco (Ramón), Javier Navares (Paco) y Manuel Baqueiro (Andrade), cuyas prestaciones son de una gran naturalidad, si bien destaca de manera especial los matices de los que dota a su personaje Chema del Barco, medido en el punto justo entre la templanza y la desesperanza más absoluta.
Gran acierto llevar hasta las tablas de El Pavón Teatro Kamikaze esta obra, de una actualidad rabiosa, se trata del drama de nuestra sociedad, quizás de nuestra vida, hecho desde el humor de lo cotidiano, lo cual no impide que el ambiente se haga denso y duro, exactamente como nuestra realidad. El plan es una grata sorpresa, a lo que se ve, merecidamente galardonada como mejor obra Premios Godoff 2015.