Por Fernando Molina Borge

Como ya os adelante hace unos días, el mundo se acaba y las señales siguen dejando marcas en mi diario.

Emulando al tejo de Un Monstruo viene a verme os contaré tres historias en tres noches consecutivas, ahí va la primera.

¿Y si Trump no acaba con el mundo?

Son las cuatro de la mañana y la verdad es que no he dormido demasiado bien, aunque el reloj debería sonar a las cuatro y media para ir sin prisas y no perder mi vuelo de las siete a Palma la impaciencia por saber el resultado de las elecciones puede más que el sueño, miro el móvil y veo el panorama, mucho deben cambiar las cosas para que Trump no sea presidente y pienso injustificadamente que el mundo está loco, pero, ¿loco por qué? La gente vota lo que cree que es mejor para ellos y no creo que nadie vaya a un colegio electoral pensando en joderse el mismo.

Spain is diferent me viene a la cabeza mientras pienso que nunca veremos a Mariano Rajoy o Pablo Iglesias diciendo realmente que piensan en público ni presumiendo en un mitin o debate de lo guapos que son y las mujeres que se levantan, ¿impensable verdad? ¿Pero sería posible en España un Donald Trump?

Aquí los políticos no van a los conciertos a tocar la armónica ni los famosos hacen campaña a favor de ellos, es más la gente intenta que no sepa nadie con que partido simpatiza. Ponerse una camiseta o una chapa de Rajoy, Iglesias o Rivera (al PSOE no lo nombro por que no se si se acabará autodestruyendo) en plena campaña es impensable para el españolito de a pié y se huye de todos los símbolos a no ser que sean futbolísticos claro, pues eso que somos diferentes y ya está.

Ya con la victoria de Trump confirmada los comentarios en el avión son de órdago y según reputados intelectuales de barra de Bar que esconden su inopia detrás de un traje, se acabaron los viajes de compras a New York y las visitas glamurosas a Los Ángeles ya que ahora somos el enemigo y nos trataran como inmigrantes hispanos -que fuerte suena, joder-, la ignorancia no tiene límites pienso, hablan del muro de las mujeres, los negros y del fin del mundo.

Señores creo que Trump ha venido para quedarse y una vez ha llegado habrá que ver como torea, que en nuestro país alguien se quiera aprovechar de la tendencia y invente un personaje parecido no es imposible pero esa será otra historia.

Abróchense los cinturones que esto va a ser divertido.

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