SOCIALISMO

Zapatero a sus zapatos

Zapatero, durante la conversación organizada por EL ESPAÑOL.

Zapatero, durante la conversación organizada por EL ESPAÑOL.

  1. Opinión

La Ley de la Dependencia fue de lo poco asumible de Rodríguez Zapatero. Lástima que la parió sin sustancia (asignación de créditos) y a destiempo (cuando la crisis arruinaba proyectos y realidades).

Con ese mascarón de proa, después de años de bien merecido ostracismo, el PSOE que aspira a resurgir ha rescatado al susodicho. Pero -pésimos tiempos los presentes en los que es necesario señalar lo evidente- si lo evidente es la circunstancia, el dato, la reflexión, el señalamiento de que si el sediciente partido socialdemócrata, cuanto más pujante antes ahora caduco, necesita y pretende resurgir, no parece que el procedimiento más adecuado sea el de rehabilitar a su -casi- enterrador.

Reconózcanlo sin ambages los socialistas que aman a su partido: Zapatero, a más de un accidente y un error, fue una catástrofe. Para ellos y para los españoles -mayoría- que no sienten como ellos. Si en lugar de volver a ser imprescindibles, buscando sobrevivir recurren a lo catastrófico, lo más probable es que cosecharán catástrofes.
Se diría que se libraron y libraron a España de la de Pedro Sánchez, pero no está claro que Susana Díaz no vaya a ser la segunda edición de de esa misma amenaza.
Por la sempiterna razón tan conocida por nuestros antiguos: no se puede estar en misa y repicando, a sopas y sorbiendo.

¿Que no se me entiende?

Nadando y guardando la ropa.

¿Ahora sí?