La todo poderosa Merkel ya sabe contra quién tendrá que batirse en duelo el próximo septiembre cuando se celebren las elecciones generales en Alemania. Martin Schulz fue designado candidato por el partido Social Demócrata alemán (SPD) la semana pasada. Europeísta convencido, 61 años, es miembro destacado del partido Social Demócrata y hasta hace unas semanas fue presidente del Parlamento Europeo, cargo que ocupó los últimos cinco años.

Su candidatura era un secreto a voces en los círculos político alemanes. El candidato que eligiera el SPD, el partido que está gobernando en coalición con la CDU, no debía formar parte del gobierno de coalición, y a la vez, tenía que ser un peso pesado dentro del propio partido. Schulz, muy conocido en Europa, tenía cartas favorables para su denominación, ya que no estaba desgastado por la política nacional, lo cual le garantiza una gran ventaja.

Es un hecho que formar parte de una gran coalición gobernante desgasta y mucho al partido más débil. En campaña electoral resulta muy complicado enfrentarse a un gobierno y a unas políticas en cuya gestión el SPD ha sido parte activa.

Por ello el pujante candidato que ha puesto de nuevo a la SPD en la carrera a la cancillería, tiene por delante una compleja campaña electoral, por lo que tendrá que echar mano de toda su astucia y habilidad para capear semejante reto.

La SPD lo tiene claro: MARTIN SCHULZ es la mejor opción para combatir contra Merkel. Hombre pragmático y con un peculiar currículum. De hecho, no fue capaz de acabar el bachillerato y solo cuenta con un aprendizaje de librero. En su juventud tuvo problemas con el alcohol, confesados por él mismo, e incluso en ese tiempo tuvo alguna que otra idea suicida. En principio, éstas no parecían las cartas idóneas para triunfar, pero Schulz transformó sus debilidades en oportunidades hasta llegar a la alcaldía de Würselen, su localidad natal próxima a Aquisgrán. Así comienza la brillante carrera política del candidato.

El domingo pasado, en su primera rueda de prensa, Schulz no concretó casi nada de su programa político. Como aspectos prioritarios de su campaña política, Schultz pone el foco en el aumento de las políticas sociales, la lucha contra los contratos laborales precarios un reparto más justo del bienestar en el país y la evasión de impuestos.

Alemania vive un periodo de gran crecimiento económico, con cifras récord y mínimos históricos de paro (tan solo el 5%). El candidato que consiga hacerse con el sillón de canciller se enfrentará al desafío de mantener dichos niveles de continuo crecimiento.

Cuando no hay crisis nadie piensa en un recambio. Aun así, temas como la llegada masiva de refugiados o el ascenso de la extrema derecha amenazan el liderazgo de la Canciller alemana. En este contexto, Schulz deberá afrontar con valentía soluciones claras, demostrando que es el líder que necesita Alemania para tiempos que exigen nuevas soluciones.

Hay mucho escepticismo en la sociedad alemana respecto a las políticas migratorias del gobierno de la Sra. Merkel. La acogida de refugiados es un tema que divide y alborota a los alemanes, lo cual ha generado la subida espectacular del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AFD). De hecho, las cifras de las últimas elecciones regionales son alarmantes: en Sajonia Anhalt llegaron a tener un 24,2% y Baden Wurtemberg un 15%.

Este nuevo partido racista, xenófobo y radical tiene como único tema argumental la política del “no a los refugiados y no a la entrada masiva de musulmanes”. Aunque Alemania es un país que vota mayoritariamente a partidos moderados, una parte significativa de la sociedad calla y expresa su descontento eligiendo a este partido radical.

Esta realidad inquieta y será un factor fundamental en la próxima campaña política. Schulz deberá presentar un programa convincente en cuanto a intenciones y soluciones...

De momento sin un contenido electoral conocido Schulz arrasa, antes incluso de comenzar la campaña. En la última encuesta electoral, Schulz aventaja a Merkel (50% /34%) en intención directa de voto. También su partido SPD ha subido un 8% y tiene la mejor puntuación desde hace 4 años.

La elección del candidato ha sido un éxito y no sólo el SPD se felicita, sino también muchos votantes que creen reconocer a Schulz como su candidato. No obstante le quedan grandes retos: hacer un programa atractivo, creíble y con propuestas acordes a las demandas de la sociedad alemana. De momento, Schulz ha conseguido dar un gran impulso a su partido, que parecía aletargado en la gran coalición.

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