Opinión

Seguimos sin alternativa

Principales representantes políticos.

Principales representantes políticos.

  1. Opinión
  2. Blog del suscriptor

No le demos más vueltas, tenemos lo que somos. Tras el esperpéntico espectáculo del fiscal anticorrupción, al que apoyan el ministro de justicia y el fiscal general del estado, la esperanza de reconducir la situación es francamente inexistente.

El partido con responsabilidad de gobierno, tiene una verdadera red extendida que afecta a todas las instituciones. Por más escandaloso que sea el caso que aflora, un día sí y otro también, el Partido Popular cierra filas y los medios que controla comienzan con sus bombas de humo a intoxicar y evitar que se vea lo que hay. Además todo ello refrendado por las encuestas de intención de voto, que auguran crecimiento de votantes.

¿Y al otro lado qué tenemos?

Nada, no tenemos nada.

El Partido Socialista está en busca de su identidad. Esperemos que la encuentre y ponga un rumbo acertado a su ruta política. Tras la defenestración de Pedro Sánchez, hemos visto cómo muchos de sus principales colaboradores -Antonio Hernando, Oscar López o César Luena- cambiaron de bando en cuanto cambiaron las tornas, buscando el cobijo del aparato. A mí de momento ninguno de los tres candidatos -Susana, Pedro o Patxi- me otorgan ya ninguna confianza de renovación y voluntad de buscar el interés general.

De Podemos y su líder Pablo Iglesias, poco se puede aportar ya. Él se encarga de hacerlo todos los días y demostrarnos que su único objetivo es tomar el poder. Su última charlotada es proponer una moción de censura a raíz del caso Lezo. Con ello solo pretendía descalificar al PSOE y a Ciudadanos, que hace menos de un año permitieron gobernar a Rajoy.

¿Y Ciudadanos, qué? También poco que decir. Es ninguneado un día sí y otro también por el Partido Popular. Así; Albert Rivera, Juan Carlos Girauta o José Manuel Villegas, pretenden ponerse serios y lanzar mensajes duros, pero ya solo provocan la risa. Confían en seguir ascendiendo en las encuestas para tener más protagonismo en un futuro.

Y es que la mediocridad se ha instalado en nuestro establishment con vocación de perpetuidad.

Y tiene su lógica, no crean. Con sueldos de setenta o noventa mil euros, que cobra un alcalde, ministro o presidente, ¿qué persona preparada y capaz, que multiplica por diez o más su sueldo en el sector privado, va a complicarse la vida por “el interés general” si en sus intenciones no está meter la mano en la caja, ni hacer abuso de poder, ni tráfico de influencias?

Respóndanme tras la publicidad. Gracias.