Confirmada ya la reprobación en el Ayuntamiento de los dos Concejales podemitas Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer, parece que el podemismo ha cerrado filas en torno a los dos cargos públicos.
El hecho de que presuntamente otorgaran contratos del Open de Tenis de Madrid por aquel viejo sistema que tanto y tan insistentemente han criticado y usado para sus discursos: la “designación digital” o también llamado otorgamiento “a dedo”, parece que entra dentro de la forma y manera de hacer política de este grupo, pues en vez de reprobar su conducta o al menos guardar silencio hasta que se produzca algún tipo de resolución judicial, ponen la mano en el fuego por ellos.
Tampoco se juegan mucho, pues visto lo visto parece que muchos de sus votantes, (los que manejan compulsivamente las redes), pueden tolerar y hasta defender conductas como mínimo sospechosas, de hecho creo que si se derivara una condena penal, muy probablemente se harían a la calle para victimizar a los condenados y ya de paso hacerle unos cuantos kilómetros más a la bandera tricolor.
La alcaldesa, en un alarde del manejo de la terminología jurídica derivada de su condición de ex jueza, habla de que sus “pequeños” van a declarar como querellados, no como imputados y que seguramente lo hagan por algún error sin importancia. El hecho de que se les acuse de delitos populosamente conocidos como de corrupción política no parece afectarle. Tanto es así que es capaz de usar el caos terminológico generado por las reformas penales introducidas por Gallardón para librar provisionalmente a sus ediles de cualquier medida provisional, (aunque su partido las contemple).
Carmena, al parecer una fiel defensora de esa joya del refranero español que reza: “Consejos vendo y para mí no tengo”.