Llevo ya 13 años viajando con alegría, una alegría que ningún hotel debería de ignorar, pero que cada vez son más los que la vetan.
Viajar con un niño es fácil, con dos niños casi imposible, y de ahí en adelante, prefiero no imaginármelo para no caer en la depresión.
Hoy en día están de moda los hoteles sólo para adultos, hoteles para mascotas, etc. Pero encontrar hoteles para familias es muy muy difícil si estás buscando en el interior o en ciudades. Parece que los únicos sitios donde los niños pueden ir es a la costa, ellos no tienen derecho a ir por ejemplo a Córdoba, Badajoz, Zafra, Mérida, etc. Pongo estos destinos porque son los que estas semanas estoy buscando para este año, pero quizás tenga que cambiar.
Por todos es sabido que es cuestión de oferta y demanda, por lo que he de suponer que soy de la minoría que viaja con niños a sitios de interés cultural, pero es que no sé qué trabajo cuesta en una habitación poner una cama mas, aunque se esté apretados, eso es decisión nuestra. Si al hotel solo vamos a dormir. Durante el dia estamos de caminatas.
En fin, sé que los niños hoy en día no son tan queridos como antaño, los gritos, correr por los pasillos, juegos, etc, molestan a las parejas de hoy, que en cambio el cantar de su mascota les relaja.
Estamos dejando a un lado nuestro futuro, y poniendo piedras en el camino. No se va a llegar muy lejos, y nosotros, los de este tiempo, somos los que lo vamos a sufrir.