Llevamos unos años oyendo la “derrota” del último grupo armado TERRORISTA en España. Los argumentos son variados, dependiendo de las diferentes opciones ideológicas. La principal causa es la ausencia de atentados y crímenes de la banda TERRORISTA ETA. El teatro de operaciones ha cambiado muchísimo, incluso la manera de actuar de esos asesinos y sus secuaces.

El gran trabajo de Carmen Alba, al frente de la Oficina de Atención a Víctimas del Terrorismo de la Audiencia Nacional, logró recopilar los más de 300 asesinatos sin resolver en España. Esos muertos y sus familias no han recibido la recompensa de la Justicia, al menos saber quién y por qué fueron objetivos sus seres queridos. Por ello, hay más de 300 familias huérfanas de saber la verdad.

La Ley Orgánica 6/2002 de Partidos Políticos sigue en vigor en España; si bien quienes debieran instar su aplicación sufren el Síndrome de la Vaca y el TALGO: mueve la cabeza viendo como circula por la vía, sin ejercitar ninguna acción. Es más, los partidos herederos de las marcas terroristas históricas han sido aupados a los gobiernos de ayuntamientos, diputaciones y tienen gran peso en algunas comunidades autónomas. ¿Gratis? Ni de coña, ahora las subvenciones obtenidas por la representación política sirven para mantener estructuras blanqueadas de apoyo a la banda TERRORISTA ETA.

Un síntoma de la derrota de dicha organización es el apoyo de nuevas formaciones “democráticas” en nuestro país de norte a sur, de este a oeste y en el centro peninsular. Sus principales dirigentes, tras asesorar el movimiento “democrático” de Hugo Chávez en Venezuela, se hicieron presentes en España. ¿Será casualidad su apoyo a terroristas condenados como Arnaldo Otegui Mondragón o la presencia de un senador condenado por pertenencia a ETA?

El cambio de gobierno en el año 2004, junto con el atentado TERRORISTA del día 11 de marzo, supuso un antes y un después en la lucha contra ETA. El periodo de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quedó marcado por un acercamiento a ese grupo terrorista. Es más, Jesús Eguiguren se reunió en varias ocasiones con José Antonio Urruticoechea -alias Josu Ternera-, estando este último huido de la justicia. Se cree surgió un pacto de aquellas negociaciones; al parecer las actas de dichos encuentros se encuentran recogidas en la Fundación Henry Dunant de Suiza. Esos acuerdos secretos aún permanecen así; los gobiernos posteriores niegan se haya producido nueva negociación con la banda terrorista ETA, sin embargo queda por saber si han conservado las medidas acordadas en aquellas actas. Me viene al recuerdo un famoso juez y sus declaraciones:

-España no está preparada para conocer la verdad -en referencia a los atentados del 11-M en Madrid.

Los presos de la banda terrorista A ETA han ido saliendo de prisión por varios motivos, a cada cuál más sorprendente. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos tumbó la Doctrina Parot, mediante el recurso interpuesto por la terrorista de ETA Inés del Río Prada. España, aún no estando obligada a cumplir esa sentencia, cumplió con el dictamen y amplió a 76 presos más el número de liberados. Estos últimos meses se han tenido noticia de varios condenados por violación reincidentes, tras ser puestos en libertad a raíz de dicha sentencia. Si recurre una interna: ¿se aplica a todos los presos?

La llamada Vía Nanclares, puesta en marcha por el gobierno socialista e ideada por Alfredo P. Rubalcaba, fue otro punto de incisión. Los terroristas de ETA debían de escribir una carta de renuncia y pedir perdón a las víctimas. Atrás queda la reivindicación de colaborar con la resolución de los crímenes, ayudar a desarticular la estructura de ETA y resarcir la responsabilidad civil subsidiaria. Quien se acoge a esa medida, es expulsado de ETA; quien se cobija en esa medida, es liberado en poco tiempo. ¿Ponemos una balanza de compensación?

Hay presos saliendo de prisión sin haber cumplido su condena íntegra. Después de 15, 20 o 25 años, vuelven a pisar las calles de España. ¡Son recibidos de manera festiva por amigos y vecinos! Bailes, música, aplausos, abrazos, sonrisas a quienes han matado a otros humanos por ser españoles, pensar diferente, tener una profesión, ser funcionarios, familiares de ellos o, simplemente, estar justo en el momento de ocurrir un atentado terrorista.

En Pamplona, cuyos símbolos del escudo tienen más de 500 años, ahora es legal que ondee la ikurriña, símbolo de la Comunidad Autónoma Vasca. Resulta habitual ver pancartas de apoyo a los presos de ETA en San Fermín, campos de fútbol... como hace años.

Mi vecina de 83 años me acaba de decir:

-Ya no hay terrorismo allí: han dejado de matar a gente.

¿Saben cuántas familias han sido desplazadas de su lugar de residencia? ¿Cuántos a día de hoy siguen sin obtener justicia o son insultados por ser víctimas del terrorismo?

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