Opinión

Las guerras cántabras

Localidad cántabra de Orejo.

Localidad cántabra de Orejo. Ayuntamiento de Marina de Cudeyo

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Este año en los Corrales de Buelna en Cantabria se celebran las ya famosas Guerras cántabras, desde el 25 de Agosto al 3 de Septiembre, fiesta declarada de interés Turístico nacional. Esta celebración es una recreación histórica de la entrada del Emperador Romano César Augusto a tierras Cántabras y la batalla que se libró con las tribus cántabras hace más de 2.000 años.

Según cuenta el historiador Estrabón, los montañeses hacían una vida sencilla, bebían agua y sólo vino y cerveza en las grandes ocasiones, dormían en el suelo arropados por unas capas negras, llevaban el pelo largo, comían carne de cabra y sacrificaban para el Dios de la guerra a machos cabríos y prisioneros. Las bellotas secas y machacadas les servían para hacer el pan.

Vivían en lo que se denominaban castros (promontorios situados en zonas medias o altas de los valles y cerca de los ríos). Comían sentados en bancos de piedra que tenían alrededor de sus viviendas circulares, que en principio eran de piedra aunque tiempo después la hicieron de materiales vegetales entretejidos y tenían el barro como impermeabilizante. Las mujeres llevaban sayos y vestidos con adornos de flores. Estos primeros cántabros se dedicaban mayormente al pastoreo y a la agricultura.

En cuanto a las guerras, el cántabro era valiente y decidido no se dejaba doblegar ante nadie aún contando para la lucha con medios muy precarios como la jabalina, el hacha y para el combate cuerpo a cuerpo la espada corta y el puñal.

Desde el año 29 a.C. hasta el 19 estuvo Cantabria en guerra. Fue en una última gran batalla cuando nuestros antepasados, los cántabros dieron una lección de coraje y fuerza aunque perdieran la guerra contra los Romanos.

Así cuentan las crónicas los últimos momentos del pueblo Cántabro; entonces los Cántabros se reunieron en bajo las murallas de Attica para una gran batalla y vencidos se refugiaron en el Monte Vindio (en los Picos de Europa), inexpugnable por naturaleza donde Asediados perecieron hasta el último;la mayoría murieron de hambre y frío.