Gracias por iniciar la lectura de este nuevo post, pero… ¿realmente tienes el 100% de tu atención en esta lectura?, ¿mientras lo haces, en tu cabeza, dedicas tiempo a pensar en otras cosas, en lo que harás luego o lo que tienes pendiente? O quizás sigas dándole vueltas a esa pequeña discusión doméstica que tuviste ayer.

Al inicio de mi carrera profesional tuve un jefe que me exigía la realización de varias tareas a la vez, diciéndome que, si no lo hacía, era un problema de falta de polaridad por mi parte, definiendo tal concepto como la capacidad de prestar atención a varias cosas al mismo tiempo. Años después, descubrí que ese concepto no era así, ni la palabra polaridad, aplicada a la psicología humana, tenía tal significado; sino que lo se expresa con tal término es el extremo de un rasgo de personalidad, por ejemplo autoritario vs. sumiso o solitario vs. sociable.

Realmente aquello que me demandaba aquel superior en mi época laboral más joven, era la capacidad de ser multitarea, entendido como la realización de varias cosas al mismo tiempo: hablar con un cliente de forma presencial, atender el teléfono, vigilar los accesos de la oficina, tener presente mis intereses comerciales, etc.

Este tipo de desempeños tienen un cierto éxito en determinadas formas de gestionar grupos de trabajo, pero recientes estudios (Universidad de Utah en 2016 y Universidad de Stanford en 2009), han demostrado que las personas más capaces de realizar múltiples tareas con eficacia no son aquellas que con mayor frecuencia llevan a cabo varias labores a la vez, sino justamente quienes sí son capaces de centrar su atención en un único cometido, en un determinado momento.

La actividad multitarea (multitasking en inglés) puede llegar a alterar el control cognitivo, produciendo inconvenientes como los siguientes:

a) Disminuir la eficacia, ya que el cerebro no puede filtrar qué es lo importante, urgente y necesario entre las tareas que acometemos a la vez.

b) Deteriora la memoria: la multitarea genera un conflicto entre el hipocampo (encargado de guardar y permitir recordar información relevante) y el telencéfalo (responsable de las tareas repetitivas), que puede degenerar en problema de memoria, disminuyendo la capacidad de recordar las cosas que se acaban de hacer.

c) Causa estrés: afrontar muchas cosas a la vez hace, que, en ocasiones, no lleguemos a todo y ello nos generará estrés. Conviene ser conscientes de la satisfacción que nos inunda cuando conseguimos una acción que finaliza con éxito, lo cual nos debe retroalimentar en concentrar nuestra atención, al 100%, en la tarea que estemos realizando en un determinado momento, para cuando esté finalizada, pasar a la siguiente.

d) Baja el rendimiento: cualquier persona, agobiada por la ejecución al tiempo de diversas tareas, tendrá su atención dividida, lo cual le generará errores de forma constante, su eficacia bajará y, además, puede afectarle con problemas de salud, que incidirán en su productividad y en la del grupo del que sea parte.

En los años 80’s del siglo XX el profesor Francesco Cirillo desarrolló lo que se conoció como Técnica Pomodoro, sistemática aplicada para mejorar la administración del tiempo en el trabajo, que parte de la premisa de dividir cualquier tarea en intervalos (pomodoros) de veinticinco minutos, concentrando toda la energía, de quien enfrenta cada uno de esos periodos, en un objetivo concreto y único.

Los más destacados efectos de una forma de trabajar como ésta es la mejora de la concentración, las pausas encadenadas entre ellos ayudan a mejorar la agilidad mental y evita el estado de ansiedad ante un largo espacio de tiempo dedicado a un objetivo más extenso.

Así que te ánimo que pruebes a encadenar la Técnica Pomodoro, disfrutando de cada objetivo cumplido en sus intervalos y de los efectos placebos de su reiteración, como si fueran olas en la mar. Recuerda que nada retroalimenta más que el éxito, siendo la mejor de las rutinas.

La concentración en única tarea, te facilitará tu desempeño. Evita dispersiones.

Y ”las cosas empiezan a encajar con absoluta perfección cuando estamos concentrados en lo que queremos”, tal como expresó Paulo Coelho.

En el refranero español abundan las referencias a la dificultad de hacer dos cosas a la vez, no digamos si la multitarea que abordamos incluya tres o cuatro labores, expresándolo con la sabiduría del menos común de los sentidos: “No se puede servir a dos señores a un tiempo y tener a cada uno contento”.

El verdadero rasgo de polaridad por el que pasará tu éxito, en aquello que te propongas, se expresa así: Concentración vs. Multitasking.

“Concentra todo tu pensamiento en la labor que estás realizando. Los rayos del sol no producen fuego sino cuando han sido concentrados en un foco”. (Alexander Graham Bell).

Colabora con el blog

Forma parte de los contenidos del Blog del Suscriptor
Escribir un artículo