Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, habló este domingo por la noche para hacer una valoración general de lo ocurrido durante el día 1 de octubre.

El máximo mandatario catalán demostró que el referéndum independentista solamente ha sido una excusa para declarar la independencia de Cataluña. Tras lanzar numerosos ataques contra la actuación de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, Puigdemont dijo: “En los próximos días trasladaremos los resultados del referéndum al Parlament. Tenemos derecho a ser un Estado independiente”.

Pese a que durante la celebración del referéndum quedó claro que los ciudadanos votaron las veces que quisieron sin control alguno, Puigdemont dejó claro que el “proceso soberanista de Cataluña seguirá adelante”.

“El camino a partir de ahora hemos de recorrerlo juntos y hemos de continuarlo con civismo y en paz, abierto a las propuestas de diálogo”, dijo antes de mandar un mensaje a Europa: “Nos hemos ganado el derecho a ser respetados. Ya no se puede mirar a otro lado“.

“Hemos lanzado un mensaje al mundo, tenemos derecho a decidir nuestro futuro. Tenemos derecho a vivir en paz, sin violencia y fuera de un Estado que es incapaz de proponer algo que no sea la imposición de la fuerza bruta”, insistió. Como ya aseguró por la mañana, Puigdemont aseguró que España ha ofrecido una imagen vergonzosa: “El Estado español ha escrito una página vergonzosa en su historia con Cataluña”.

Bien, y ahora todos los demás ¿Nos reímos? ¿Lloramos? ¿Qué debemos hacer? Ante un Puigdemont manipulador, no es que los catalanes no tengan derecho a decidir, lo tienen, claro, pero no así, no está provocación, no este descontrol, no este caos, no saltándose las leyes, no desafiando, no creando odio. Las cosas por la fuerza nunca salen bien, tampoco se responde con la misma fuerza, un presidente del Gobierno que sigue en “La babia”, cuya nanny, Soraya Sáenz de Santamaría, tiene que limpiarle la baba cada vez que se le cae, es decir, cada vez que esto le queda grande.

Hipocresía hasta hartar, cuando alguien tiene ese sentimiento catalán, es más que respetable, pero cuando ese sentimiento se basa en dinero, en un Estatut fallido, o en querer sacar más al gobierno, no hay sentimiento. Puigdemont hará de todo esto su camino al poder, pavimentado de hipocresía, manipulación de cara al mundo, provocaciones y tantas otras que en fondo a los demás, los ciudadanos de a pie, nos da exactamente igual.

No hemos sido lo suficientemente inteligentes, una indiferencia habría sido un rival ganador, si quieren votar, que voten, no tiene validez legal, que lo hagan, al final este Gobierno de incompetentes han mandado a partirse la cara a FCSE, aguantando provocaciones y han dejado más de 800 heridos (según el Ayuntamiento de Ada Colau). ¿Qué hace falta? ¿Otra guerra civil? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Por la culpa de los políticos que nos ha tocado vivir? Por ellos que son malos gestores, que todos buscan su interés, no engañemos, cada uno barre hacia su esquina. Todos los demás observamos como se matan entre políticos, como fomentan actuar fuera de la ley y como ser tan básicos de llevar a nuestro propio país a un odio y enfrentamientos que en ningún sitio se conoce.

Colabora con el blog

Forma parte de los contenidos del Blog del Suscriptor
Escribir un artículo