Judíos de uniforme

Dos manifestantes en Barcelona. Reuters

Quizás seamos los actores protagonistas de una película en la que ni aparecemos en los créditos. Mientras constitucionalistas y nacionalistas se emplean a fondo cargando contra los funcionarios que ejecutaron las órdenes judiciales de la mejor manera que pudieron en esa comunidad lejana, ellos aún se preguntan qué coño tienen ellos que ver con toda esta mierda, (transmito tal cual, pues este escrito sale de las trincheras flotantes).

¿Qué me importa a mí, que tengo una preciosa familia esperándome en casa, si estos locos quieren seguir con su pantomima electoral secesionista? Me están obligando a prohibir actos ilegalizados de la manera que pueda, ¿mis instrumentos? Un escudo y una defensa que no puedo ni debo usar, de hecho no la he usado.

Unos y otros me empujan hacia su enemigo llenándome la cabeza de un odio que, por mucho que me esfuerce, no siento. Hace un mes visité la ciudad en la que hoy soy repudiado, odiado y hasta agredido. ¡Qué imbécil es el ser humano!, es capaz de crear odio, extraerlo y extenderlo del discurso de un par de personas que, para colmo, son de todo menos líderes admirables.

Todos saben qué soy, pero nadie quién soy o como pienso, y a nadie le interesa. De repente no soy persona grata en ningún comercio que haya cedido a las presiones del régimen totalitario secesionista y ello me devuelve a épocas y regímenes en los que se marcaba a ciertos colectivos religiosos o raciales para identificarles y excluirles.

No soy un terrorista, no soy un asesino, no soy nazi y menos aún instrumento de ningún estado opresor ni toda esa cantidad de burradas que nos están imputando, somos funcionarios que sólo intentamos cumplir con nuestro cometido recogido en una Constitución que sigue vigente y es fundamento de nuestra convivencia.

No hay dos estados, no hay dos seguridades ciudadanas, no existen vencedores ni vencidos, sólo una fractura social creada artificialmente por aquellos que sacan rédito de este enfrentamiento, piensen quienes son…

Por cierto, si llaman al 091 acudiremos veloces a la llamada, llame quien llame y desde donde llame y por cuatro perras...