El dos de mayo de 1808 se producía una rebelión del pueblo madrileño y fue el detonante de lo que hoy llamamos Guerra de la independencia. Fue un movimiento espontáneo popular y fue el pueblo el que de manera efectiva y real declaró la guerra al ejército napoleónico.
Estamos en el siglo XXI y no tenemos un ejército invasor pero tenemos una comunidad autónoma gobernada por políticos desleales y tramposos que amenazan con romper la unidad de una nación de más de cinco siglos de historia. Y ante esta situación, un gobierno regional declarado oficialmente en rebeldía y un parlamento autonómico que se declara fuera de la ley. ¿Qué hace el gobierno de la nación? Declaraciones pomposas de apariencia contundente pero sin ningún contenido práctico y que el ciudadano percibe como palabrería destinada a los medios de comunicación.
Hoy 8 de octubre como en el dos de mayo de 1808 el pueblo de Barcelona, el pueblo de España ha salido a la calle, no se han destripado caballos, ni se ha disparado a los mamelucos, como corresponde al siglo XXI el pueblo ha desfilado en orden y concierto para demostrar una vez más que el pueblo de España supera con mucho a sus políticos y sobre todo a su gobierno.
Ahora sé que España no va a ser dividida ni su territorio troceado como una butifarra.
Ahora sé que Puigdemont, Junqueras y Forcadell va a pasar largos años en la cárcel. Gracias España.