LA PRISA ES LA VENGANZA DEL TIEMPO
A Helga Saboya.
En el plato de la vida
¿cuánto azúcar y sal hay?,
a la mano que cocina
se lo debes preguntar.
La mano es quien sabe y llega
a tener tan fino el tacto
que el tiempo a pasar se niega
en los sabores del plato.
Saborear, sabia tardanza,
quita tiempo a las prisas,
porque prisas son venganza
del tiempo que necesitas.
El tiempo calmo que buscas,
¿crees tú que ignoro yo?:
dame la sal, que el azúcar
yo te lo doy, corazón.
LA VERDAD SOBRE EL PERRO
Al filósofo Manuel Ángel Fernández Lorenzo.
El buen perro cuando huele, siempre calla,
la luz toda del sol no lo adivina,
ni en senda perdida hace rutina,
ni busca su apetencia cuando ladra.
Necesita abrigar buena constancia
de lo que pierde y gana cada día,
sin tener cuando roban su comida,
a la rabia perruna de balanza.
Si el hambre lo inquieta, no se alivia
con el plato ofrecido al sabueso,
pues no lame ni muerde ningún hueso,
ni persigue a la liebre de la envidia.
¿A quién le gusta ser este animal?
Yo no he visto ninguno en el gobierno.
Satanás no lo quiere en el infierno.
Sin embargo lo desea cada cual.
LA MEJOR LID
Al director de EL ESPAÑOL Pedro J. Ramírez.
Preso estuvo Colón,
confinado Unamuno.
Si en mi tierra no hay ninguno
que no le pongan delante
una Santa Inquisición
no se comprende a Cervantes
escribiendo en la prisión.
Un dogma de interpretación,
al traducir la Biblia,
llevó a fray Luis de León
a la cárcel preventiva.
¡No hay libertad sin lid!
La envidia del decoro
desterró a mío Cid:
en España peor que el moro
es la sombra de Caín.
León fue la mazmorra
del verso agudo y la prosa
de Francisco de Quevedo:
tanto en prosa como en verso
nunca más libre fue un preso.