Cuatro mil setecientos ocho días después de que Pascual Maragall, en la sede el Parlament de Cataluña, se dirigiera a Artur Mas, en el marco de un debate parlamentario, monográfico, sobre las obras del Metro de Barcelona, refiriéndose a CiU con la afirmación de: "Ustedes tienen un problema, que se llama 3%”; el tribunal de Justicia de la sección 10ª de la Audiencia de Barcelona ha dado por probada dicha aseveración, dictando sentencia que da por acreditada la financiación ilegal de CDC, esbozada por el exalcalde de la ciudad condal y expresidente de la Generalitat, hasta el extremo de que dicha formación política queda obligada a reintegrar 6,6 millones de euros percibidos a través de comisiones ilegales por el amaño en la adjudicación en varias obras públicas en Cataluña, entre las que estaban la línea 9 del Metro y la Ciudad de la Justicia de Barcelona.
Además han sido condenados con penas de cárcel, de nueve años a Fèlix Millet (expresidente del Palau), de siete años a Jordi Montull (exnúmero 2 de Millet), a cuatro años a Gemma Montull (exdirectora financiera del Palau) y Daniel Osácar (extesorero de CDC), junto con otras menores a tres asesores de Millet (fiscal y jurídicos).
CDC utilizaba la estructura económica de un ente tan emblemático para la sociedad catalana, como el Palau de la Música, para financiarse de manera ilegal, eso ha quedado ratificado por la Justicia, pero ¿alguien puede pensar que ese modus operandi era una iniciativa particular de los señores Millet, Montull u Osàcar? Es evidente que pensar que ello pudiera haber sido así, atenta contra un mínimo sentido común.
Al respecto siguiente son muy ilustrativas las declaraciones hechas por los señores Millet y Montull, en sede judicial, al aclarar, que realmente las mordidas recibidas a través de las adjudicaciones de obras no eran del 3%, sino del 4%; y que hacia CDC se canalizaba el 2,5%, y el otro 1,5% era para ellos dos, a razón del 80% para el presidente del Palau y el 20% para su director general.
La financiación irregular acreditada abarca, al menos, el periodo entre 1999 y 2009, lo cual engloba tanto los últimos años de Jordi Pujol como máximo responsable (abandonó la presidencia de la Generalitat en 2003), como la etapa de Artur Mas como jefe de la oposición. Por lo que cabría realizarse una nueva pregunta sobre este tema. ¿Quién es la X que se sitúa, o se situó, en lo alto de la pirámide de este sistema de financiación en CDC? ¡Se aceptan apuestas!
De momento, y de forma oficial, esa pregunta no tiene respuesta, aunque cada uno podemos manejar nuestras propias hipótesis, mientras tanto nos quedan dos evidencias, por un lado lo llamativo del hecho de que cuarenta y dos meses después de que el exmolt honorable, expresident de la Generalitat de Cataluña, durante veintitrés años, Jordi Pujol, se autodeclarase como un evasor fiscal, continuemos sin haberse iniciado ninguna causa sobre ello, ni esté imputado…
Y por otro la, cuasi tierna, huida, de siglas en siglas, de Artur Mas respecto sus orígenes, desde CDC, a Democracia i Llibertat, Junts pel Si, Junts per Catalunya, hasta Partit Demócrata Europeu Català (PDeCAT), sin haber podido mantener su liderazgo, heredado de don Jordi; ni la mayoría del apoyo del pueblo catalán que no hace demasiados años sí tuvo, aunque sí ha mantenido sobre sí la larga sombra de su padre político, junto con los embargos sobre la propia sede histórica de Convergencia Democrática de Cataluña, así como sobre su propia residencia familiar.
¿Quien será esa X?