Derechos Humanos

Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El psicólogo americano David L. Rosenhan en 1972 elaboró un experimento publicado en la revista Science bajo el título On being sane in insane places, estar sano en lugares insanos, resultando ser uno de los artículos más leídos y controvertidos en el ámbito de la psicología.

Básicamente consistió en que el profesor Rosenhan y un grupo de siete voluntarios sanos se personaron en diversas instituciones mentales de Estados Unidos en donde fueron admitidos y diagnosticados de esquizofrenia o de trastorno bipolar, según habían manifestado los síntomas. El propósito era comprobar si realmente había capacidad de discriminar entre una psicosis y la cordura. Una vez ingresados, tanto el profesor como el resto de voluntarios comenzaron a comportarse con normalidad a la vez que informaban que ya no tenían síntomas. Pese a ello, los psiquiatras les conminaban a que tomaran la medicación prescrita. Además constataron que, como media, el personal de las referidas instituciones tan sólo les dedicaba unos seis minutos diarios habiendo estado ingresados unos 19 días. El profesor Rosenhan comunicó que se encontraba bien pero no obtuvo su alta hasta transcurridos 52 días desde su ingreso. Ninguno de los profesionales se percataron de que eran impostores, que estaban actuando, salvo los pacientes allí ingresados.

Cabe destacar, entre otras aportaciones de este experimento, la forma en la que el contexto nos aporta información además de los peligros de la despersonalización y del etiquetaje, de hecho aceleró la reforma psiquiátrica.

Debiera de resultar obvio que la despersonalización y el empleo de etiquetas es una de las causas de discriminación y de prejuicios que además llevan aparejada una pérdida instantánea de derechos humanos. Derechos recogidos en la Declaración Universal de 1948 y que se encuentran garantizados en Europa por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, máxima autoridad judicial para garantizarlos.

Resulta doblemente lamentable que dicho Tribunal se encuentre en el disparadero a causa de la elección de la jueza que representará a España, María Elósegui quien ha vinculado en libros, artículos y entrevistas la homosexualidad con distintas patologías y defendido en sus escritos que los transexuales deben someterse a terapias “psicológicas y psiquiátricas”, según informa el diario.es, y lamentable porque ha sido propuesta y votada por alguien, a menos que lo haya sido por Obra y gracia de Dios.

Triste época la nuestra en la que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.