Isla de perros de Wes Anderson es una película de animación-stop motion de gran belleza, una fábula protagonizada por perros, ambientada en Japón y con grandes dosis sociopolíticas: la crisis de los refugiados, las corruptelas y los abusos del capitalismo.
"A lo largo del proceso,el conflicto de los refugiados fue tomando cuerpo,vinculando la película con la actualidad" (palabras del director). Nos cuenta Anderson en este film como una epidemia de gripe infecta a toda la población canina de Magasaki, el alcalde de la ciudad decreta que todos los perros serán confinados en la Isla Basura. Pasados seis meses, Atari aterriza en este enorme vertedero para rescatar a su Marmota. "La película tiene, en cierto modo, dos puntos de partida: la imagen de unos cuantos perros en un Lodazal, en un decorado decrépito, y mi pasión por Japón, en especial por el cine japonés", asegura Anderson.
Este fim es un homenaje al cine de Yasujiro Ozu, Akira Kurosawa y Hayao Miyazaki. Estos son los que han hecho posible esta maravilla animada: 670 personas en el proyecto entre ellos, 70 marionetistas y 38 animadores. Se invirtió una media de 16 semanas en la construcción de cada marioneta, en un día se filmaban unos pocos segundos de metraje. La banda sonora corrió a cargo de Alexandre Desplat.
Estamos ante una maravilla técnica, estética y llena de emoción.