Pedro Sánchez en el momento de tomar posesión de su cargo.
La historia relata con contumacia que, cuando se da pábulo a la ambición, ésta, carcomiendo la moral, comienza a justificar la mentira, a alimentar los reinos Taifas, a comer y a beber con profesionales de la hipocresía y, sobre todo, comienza a sobrevivir con la pobreza del sencillo y engañado votante.
Veremos aparecer a “Compañías de Sanchistas” convertidos en “cla” interesada. Veremos la transformación de los conceptos. Veremos jugar a la “ruleta rusa” con el pan sudoso del obrero. Veremos liquidar la memoria de los asesinados. Veremos que su Memoria Histórica borrara o quemara en la hoguera las terribles realidades de Todos, que la libertad de las urnas jamás olvidaría.
Lo más escandaloso que estamos viviendo en esta semana de “ambiciones soterradas” es la falta de fidelidad a los principios defendidos por parte de muchos políticos, no importa el color. Respetar el voto colegiado les obliga a sepultar vilmente los principios personales (dígase: Socialistas andaluces, Socialistas extremeños)
La conciencia personal muere y aparece la fidelidad a la “ambición del líder” y en la casa de cada cual a jugar a la ruleta rusa.
¡Dios salve al humilde trabajador que no supo estar a tiempo en el sitio adecuado!
Como único consuelo nos acogeremos al dicho bíblico “Siéntate en el umbral de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo”... Es cuestión de paciencia...
Quisiera terminar manifestando mí desacuerdo con Pedro J. Ramírez. No todo era mentira en el Partido gobernante, ni el señor Rajoy es comparable con Nixon... Puede ser que el director de EL ESPAÑOL se exprese con ciertos “tintes personales e interesados”