Susana Díaz ha estado especialmente pendiente al resultado de las primarias de Ciudadanos. De hecho, no pudo evitar cargar contra Albert Rivera en Twitter ante lo que ella misma calificó como faltas de respeto constantes de Rivera con su Gobierno autonómico. Sin duda ello esconde el mayor de los miedos al equipo que Ciudadanos ha preparado para asaltar San Telmo.
Susana Díaz entiende como faltas de respeto la puesta de relieve que Rivera ha hecho de los infinitos escándalos que muchos miembros de su partido protagonizan en los Tribunales, (incluidos los ex Presidentes que la colocaron donde está), las brutales cifras estadísticas que colocan a Andalucía a la cola de Europa en progreso y a la cabeza en paro, fracaso escolar y corrupción, sin olvidar las infinitas posibilidades que desperdiciamos manteniendo en el poder a una maquinaria repleta de grasa, grasa acumulada durante casi 40 años.
Si no era consciente de que Ciudadanos se va a volcar con Andalucía, ya lo es, y lo va a hacer con equipo, talento y proyecto. De ahí el temor de los socialistas a perder el gobierno y quizás el pánico a que otro equipo con ganas de verdad de gobernar pueda levantar los chiringuitos socialistas desvelando, en el mejor de los casos, las evidentes carencias de las gestiones del tradicional socialismo andaluz.
En el otro extremo, el inoperante “PP arenil” reza por la victoria ya lejana de Soraya para seguir “chupando del frasco”. Han sido cómplices silenciosos de los 37 años de socialismo empobrecedor, y lo saben. Susana Díaz ya conoce a quienes pueden privarla de gobernar, de ahí los furibundos ataques contra quienes sí son alternativa real.