Señor Torra, usted es un nefelibato. Sin lugar a duda, lo es. Usted es una persona que no se apercibe de la realidad, que vive en su mundo de fascismo e intimidación. Usted no se da cuenta de que hay gente que le ha dicho basta y, aún así, usted sigue en sus creces: implantar una idea a la que millones de catalanes le han dado la espalda. 

Usted ensalza la figura de cuál rancio dictador que quiere calar su idea entre todos y cada uno de los sectores de la sociedad. Una idea efímera que les ha servido para llevarse años sin hacer nada por todos y cada uno de los catalanes: secesionistas y unionistas. 

Y ahora, usted va más allá. Primero, habla de atacar al Estado español. A continuación, amenaza con multas de hasta 30.000 euros por quitar simbología secesionista de los espacios públicos. Espacio que, le recuerdo, son de todos. No usted contento con esto, pone a los Mossos d’Esquadra - sí, Señor Torra, yo, a diferencia de usted, utilizo su idioma - al servicio político, cuál policía política de la Unión Soviética o de fascismos como el de Alemania o Italia. Todo ello con el apoyo de algo tan importante como un socio: el Presidente interino, Pedro Sánchez. 

¿Sabe lo que le digo Señor Torra? Que vamos a seguir. Vamos a seguir defendiendo a los catalanes que dieron la espalda al amarillo y apostaron por el de la esperanza. Vamos a seguir retirando simbología secesionista de los espacios públicos que son de todos y cada uno de los catalanes. Los puentes, las calles, las carreteras, las playas, son de todos. 

Siempre es bueno poner en situación a los que se definen como adalid de la libertad y no son más que fascistas. ¿Se imaginan los puentes de Barcelona llenos de lazos naranjas? ¿Las calles repletas de colores naranjas? ¿Que harían ustedes? Si no respetan nuestras sedes, nuestros actos,... Imagínense que harían al ver simbología unionista por las calles de Cataluña. Tranquilos, eso nunca pasará, nosotros respetamos incluso a aquellos que no piensan como nosotros. Eso, señor Torra, es respeto, tolerancia y libertad. Palabras que ustedes creen tener instauradas en sus instituciones y que hacen creer a sus adeptos que los fascistas son los que no pensamos como ustedes. El respeto, la tolerancia y la libertad es algo que ha de ganarse y usted, por mucho que lo manifieste, no se lo ha ganado. 

La resiliencia, aquella capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador, seguirá siendo la clave del éxito. Usted seguirá siendo ese agente perturbador nefelibato que, con sus adeptos, seguirá definiéndose como libertad, tolerancia y respeto falso. Nosotros, por el contrario, seguiremos siendo aquellas personas resilientes que defiendan los espacios públicos en base a la libertad, a la tolerancia y al respeto verdadero.

Los espacios públicos #SonDeTodos 

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