Alexandria Ocasio

Un mural de post-its distingue la puerta que lleva al despacho de una diputada al final del Capitolio. Alexandria Ocasio-Cortez tiene dificultades para pagar el alquiler en Washington. Trabajó sirviendo copas para pagarse los estudios. Una socialista convertida dentro del Partido Demócrata. Su victoria en las primarias el pasado verano, frente a una vaca sagrada del Partido, fue como poner una pica en el cielo. Ese cielo de cristal que nunca se rompe. Representante de un distrito muy progresista de la ciudad, Queen-Bronx, tenía atada la elección en noviembre. Ahora, desde el escaño, ha dejado de ser una anécdota curiosa. Esta mujer latina de 29 años es la nueva esperanza del progresismo trasatlántico en el duro universo trumpista. La joven, que asusta a los republicanos, se ha convertido en la eclosión de las mujeres en la política norteamericana. 

En escasos dos meses en el Capitolio, los datos la avalan: la más joven congresista en la historia del país – una joven “de color”, que además alardea de ser una socialista integrada en el Partido Demócrata. AOC, su apodo en las redes sociales que domina con maestría, causa cierto vértigo entre lo progresistas moderados –temen una deriva hacia la izquierda–, aunque sobre todo se ha convertido en lo que se denomina “la obsesión conservadora”. Los millenials constituyen su principal club de fans.

Los medios ultras le han censurado desde que de baile, hasta su dieta; la cadena Fox y el tabloide The New York Post– la persiguen al objeto de descubrir que es un fraude. Se han metido con su novio, con su forma de vestir, incluso le sacaron un desnudo –de los pies– que luego se demostró falso. 

Uno de las banderas de la joven es el proyecto para combatir el cambio climático, ahogado por el trumpismo. Después de Al Gore, continúa la senda el senador Markey, coautor de un plan para combatir el cambio climático denominado New Green Deal (nombre que evoca el New Deal de Franklin D. Roosevelt para luchar contra la gran depresión en los años 30). Reverbera el 8 de marzo. Ocasio Cortez se ha convertido en la esperanza de las mujeres, de los jóvenes y del ecologismo. Queda futuro.