En Berlín dos jóvenes atacaron a un hombre que portaba símbolos religiosos judíos. El rabino Yehuda Teichtal fue víctima también, de un ataque con insultos, empujones, llegando a escupirlo. Otra mujer judía, en una tienda fue echada e insultada por llevar visible una estrella de David, huyó despavorida y con pánico. Y seguimos sumando a la lista, otros dos jóvenes que portaban kipá y fueron azotados, golpeados e insultados cuando paseaban tranquilamente por una calle del centro de Berlín. Niños judíos sufriendo acoso en las escuelas por parte de sus compañeros musulmanes y no olvidemos, que cada dos semanas, un cementerio hebreo recibe profanaciones con pintadas de esvásticas y eslóganes antisemitas.
No, no hablamos del pasado alemán. Éste es el presente preocupante que se está viviendo en algunas ciudades alemanas, especialmente en Berlín.
¿Excepciones o prácticas que avanzan en la sociedad alemana? ¿Vuelve el odio a la comunidad hebrea en Alemania? ¿Viven hoy los judíos seguros en Alemania? Las señales son inquietantes y la amenaza es real.
200.000 judíos viven en Alemania, 30.000 de ellos en Berlín. En el 2018 hubo 1.504 delitos antisemitas en Alemania, lo que supuso una subida de un 2,5% a años anteriores. Las estadísticas dicen, que de esos delitos, el 94% fueron frutos de ataques de la extrema derecha, antisemita y radical. Se sabe que uno de cada dos votantes del partido AFD- Alternativa para Alemania- con un porcentaje de votos en el parlamento del 12,6%, dice ser antisemita, argumentando que los judíos tienen demasiado influencia en Alemania.
Otra de las vertientes donde se nutre el antisemitismo, en Alemania, son los radicales musulmanes. Desde el 2015 con la llegada masiva de refugiados, los ataques se han elevado sustancialmente. Los argumentos de odio que manejan los musulmanes son en parte políticos, por el sufrimiento de sus hermanos palestinos y en parte meros prejuicios ensalzados en las mezquitas.
En los colegios el acoso a niños judíos es muy alarmante, especialmente en Berlín, hasta el punto, de que muchos niños y jóvenes han decidido cambiarse a escuelas sólo para judíos sintiéndose ahí seguros y protegidos.
Y mientras tanto los políticos, desorientados, sin saber cómo actuar ante este brote de antisemitismo. Un ejemplo claro es Felix Klein, comisionado para el antisemitismo del gobierno de Merkel. No se le ha ocurrido, ante los acontecimientos recientes, otra cosa que recomendar a los judíos, no llevar la kipá en lugares públicos, "dado los tiempos que comienzan a vivirse en este país" ha dicho.
Por el contrario, el ministro bávaro del interior Joachin Hermann, contradice a Klein manifestando, que "los judíos deben y pueden ejercer su libertad llevando la kipá. Alemania es una democracia plena y existe la libertad de culto". Insta a no dar margen de maniobra a la derecha radical.
Merkel, ha sido la más clara y directa ante los acontecimientos. "Tenemos la obligación de luchar contra el antisemitismo y que esta lucha sea un pilar fundamental en la sociedad alemana, promoviendo la tolerancia cero", ha dicho.
Pero las encuestas promovidas por medios de comunicación como el programa televisivo Politbarometer, de la cadena ZDF, son preocupantes: 51% de los encuestados dice, que el antisemitismo no es muy grande en Alemania, mientras un 23% lo encuentra elevado y un 14% inexistente.
Antisemitismo es el odio a los judíos y éste puede proceder desde tres visiones distintas: La clásica, con prejuicios que vienen desde hace muchos siglos, otra, como la que comenzó tras el Holocausto, que no lo niega, pero que opina, que los judíos llevan muchos años victimizándose a la vez que hacen caja a cargo de este país. Y por último el antisemitismo proveniente de las políticas llevadas a cabo por el Estado de Israel. No importa cuál sea la visión, todas llevan al mismo fin, odio al judío.
La comunidad hebrea en Alemania ha fundado una asociación llamada RIAS para la investigación e información del antisemitismo. Con ella quieren llamar la atención e informar sobre cada caso de acoso, ataque de odio y agresión que sufra cualquiera de su comunidad. En su página web hay un apartado para que cualquier agraviado denuncie el ataque sufrido. Se hace un estudio y se ve si es constitutivo de delitos y se denuncia ante los juzgados oportunos.
En las últimas elecciones de los estados federales de Sajonia y Brandemburgo el partido de extrema derecha AFD, consiguió un 25%, quedando como segunda fuerza en la región. Parece que la extrema derecha ha venido para quedarse y se va reforzando con cada elección. Los judíos tendrán que continuar tomando medidas de precaución.