La única y gran enseñanza del coronavirus

El sentimiento de la nada que somos.

Vivimos abrazados sin querer reconocerlo.

Sentimos el miedo a la soledad del ser humano.

Vemos la mentira de los poderes políticos.

Palpamos la vaciedad de la soberbia "todopoderosa".

Sentimos la necesidad de creer porque no somos nada ni entendemos nada.