Las secretas raíces del poder

“El poder auténtico comienza donde empieza el secreto. A este respecto, en sus raíces, los Estados nazi y bolchevique eran muy parecidos” (Hannah Arendt).

“El fascismo no es, en absoluto, como el nacionalsocialismo. Mientras este penetra hasta las raíces, el fascismo es sólo algo superficial” (Goebbels – Diarios 1942-43).

Expropian fértiles eras

las raíces solidarias,

sin tierra son arraigadas,

sin altura, altaneras.

Quienes se acercan, percatan

cómo sin nudos se anudan,

se visten donde desnudan,

acarician cuando matan.

No las renueva el jardín,

la poda nunca la pactan,

en primavera se jactan

de florecer sin abril.

El humus que las acepta

carece de sepulturas,

no hay tumbas en las alturas,

ningún gusano las reta.

Desde el esplendor boreal,

a la vela más discreta,

las alumbra una secreta

fecundidad funeral.

No crecen los horizontes

allí donde dejan huellas,

en Madrid son las estrellas

de los gobiernos bifrontes.

Prometen la redención

de pueblos y por sus venas

circulan virus, gangrenas

de Stalin entre formol.

Expertas en la más fatua

y monolítica escuela,

en España las modela

la mano manca y la estatua.

Raíces de muro y cercas,

saprofitas del Caribe,

el detritus las revive

bajo lunas arabescas.

Quien las niegue, dice sí,

quienes duden, me corrijan,

ellas también se cobijan

en la pasión de escribir.