España vuelve a tener una oportunidad enorme de poder cambiar su rumbo y fijar los cimientos de un futuro interesante, deshacer sus nudos y poder desatar el potencial que realmente tenemos como país.
Llevamos escuchando la palabra Innovación con fuerza desde hace una década, y éste vuelve a ser un momento para poder re-dirigir y optimizar los recursos para tener un plan en I+D+I atractivo y con potencial en España, el cuál debería conseguir el consenso y apoyo de todos los partidos políticos acordando la despolitización de la ciencia.
Se asoma una necesidad imperativa de poder desarrollar y acelerar el mundo de la salud, curas a enfermedades hasta ahora sin cura, tratamientos con menos efectos adversos, nuevos antibióticos, el uso del Big Data e Inteligencia Artificial para el desarrollo de tratamientos, antivirales y un sinfín de terapias y tratamientos que logren mejorar la salud de los ciudadanos, el impacto económico de poder recuperar salud en las sociedades se traslada en mayor bienestar, productividad y felicidad.
También se asoma una nueva energía verde, cada vez más rentable que puede ayudar a progresar y seguir construyendo una industria con un alto potencial y futuro, al igual que una digitalización que conviva con nuestros valores humanos, se adapte a nuestra sociedad y nos ayude a mejorar burocracia, trámite y ganar calidad de vida.
Para eso y muchos más sectores potenciales, hace falta la despolitización de la ciencia y la innovación, la fuerte colaboración entre empresas, tejer una red más que necesaria entre universidades, sector privado y público. Muchos países llevan ventaja, tal como la cantidad de compañías y Start Ups biotecnológicas desarrollando en estos momentos potenciales vacunas, tratamientos y otras innovaciones.
España ya tiene las empresas, los/as empresarios y las personas idóneas para empezar a desatar este potencial, pero hace falta un apoyo más grande de las instituciones públicas para ello. Hay que tejer un marco para que la ciencia siempre esté generando valor independientemente de las turbulencias y debates políticos, y esto último no afecte a nuestro sector científico. El problema es que esto no sucede y hemos desaprovechado varios trenes en la última década, pero esta debe ser la oportunidad de que una vez por todas se enfile un plan de innovación para España, congregando al sector privado, educativo, público y agentes sociales, desligado de la política y con miras puestas a empezar a potenciar la ciencia “hecha en España”.
Hemos atestiguado en esta pandemia lo nocivo de politizar la ciencia, y esto es algo que nuestra clase política debe entender hasta la raíz; sin una despolitización de la ciencia no habrá un progreso acelerado.
El modelo de país turístico, cultural, no debe estar peleado con una industria científica despolitizada, al igual que con la industria manufacturera, todos son sectores de alto potencial y complementarios para seguir desarrollando el país desde distintos ámbitos y ofrecer lo increíble que tenemos como país, paisajes, cultura, trabajadores, gastronomía y desarrollo en el conocimiento.
Señores/as políticos, confiamos en que hayan aprendido de esta pandemia.