La polémica decisión del Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud, de rechazar la solicitud realizada por la Dra. Patricia Moscebrozhi y el Dr. Craig L. Katz, de la facultad de medicina de Icahn en Monte Sinaí de Nueva York, para la inclusión del Metilfenidato en la lista de medicamentos esenciales para el tratamiento del TDAH, ha levantado la veda a toda una serie de acusaciones, comentarios, bulos y aseveraciones totalmente fuera de contexto por desconocimiento total o parcial sobre el tema.
Empecemos diciendo que el metilfenidato no está incluido en la lista de medicamentos esenciales de la OMS. Este organismo recibió en 2018 la solicitud, por parte de los doctores citados más arriba, y el comité de expertos de la OMS la rechazó en base a “preocupaciones sobre la calidad e interpretación de la evidencia de beneficios y daños [...] por problemas derivados de su posible no eficacia a largo plazo y relación beneficios-daños”.
Tuvo en cuenta la revisión sistemática “Metilfenidato para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños y adolescentes: revisión sistemática Cochrane con meta análisis y análisis secuenciales de ensayos clínicos aleatorizados”, cuyo investigador principal es el profesor Ole Jakob Storeb y profesor Dr. Christian Gluud y alegó las limitaciones en la presentación de informes, el resumen de la evidencia en la solicitud, con especial atención a la calidad de la evidencia y la sospecha de sesgos selectivos, indicando que probablemente se habían sobrestimado los efectos positivos, y subestimado los riesgos de daños.
Sigue existiendo mucho desconocimiento sobre este tema en el ámbito asociativo, ya que prácticamente el 100% de las asociaciones estaban convencidas que realmente el metilfenidato estaba incluido en la citada lista. ¿Cómo ha sido posible qué tras casi dos décadas funcionando, el mundo asociativo no estuviese al caso sobre este tema?, siendo el metilfenidato el medicamento más utilizado y durante más tiempo, en el tratamiento contra los síntomas del TDAH.
Teniendo en cuenta a quien va dirigida la petición, la OMS, la cantidad de estudios científicos que avalan la conveniencia de utilizar este fármaco en el tratamiento del TDAH en cuanto a la mejora en la conducta de los afectados, y teniendo en cuenta la ingente documentación científica que corrobora que el tratamiento con metilfenidato incluye como efectos positivos, la prevención ante adicciones, el suicidio, la comisión de delitos, etc. y que los efectos secundarios, que los tiene como cualquier medicamento, derivados de su uso son realmente pequeños y controlables en base a su conocimiento desde hace más de 50 años, ¿por qué razón estos doctores no buscaron el apoyo científico internacional con el consenso de profesionales médicos y asociaciones de afectados? ¿No habría sido más efectiva hacer pública su intención y recabar el apoyo de los miles de estudios científicos que avalan la idoneidad de su uso?
La diferencia de criterios entre la descripción que la OMS hace del trastorno en su manual de enfermedades CIE-10 identificándolo como trastorno de la conducta basada en el entorno y la descripción que hace el DSM-V identificándolo como trastorno del neurodesarrollo con base neurobiológica, tampoco ayudó a que prosperase la petición. Esta diferencia de criterio, parece ser que se solventará en cuanto se aplique el CIE-11 (2021) que describe el trastorno como del neurodesarrollo.
Oportunidad de oro la decisión de estos doctores y posterior respuesta de la OMS, en manos de los negacionistas y vendedores de humo, que están aprovechando la decisión de la OMS, para reactivar sus ataques más furibundos y violentos contra las miles de familias que utilizan este fármaco con resultados positivos, y continuar acusándolas de “camellos” de sus hijos repitiendo hasta la saciedad que es un trastorno inventado por la industria farmacéutica. Se están frotando las manos.
Me entristece pensar que este tipo de decisiones que se hacen sin pensar detenidamente en las consecuencias que puedan derivar para el bien común, que no ayuda en nada a afectados y familiares y que lanzan por tierra el trabajo que desde hace muchos años se viene haciendo desde las asociaciones de afectados y los profesionales de la salud mental, derive en una polémica que no debería producirse si a todos los niveles, desde todos los estamentos, sin importar las fronteras, se aunasen esfuerzos, consensos y objetivos tan solo para conseguir que afectados por TDAH pudiesen ser tratados sin que existiese sobre ellos la más mínima sospecha o acusación.
La unidad de criterio y unidad de acción a nivel mundial, debería hacerse realidad.
Hagamos visible el TDAH, pero sobre todo hagamos que afectados y familiares sean respetados en todo el mundo.
27 de OCTUBRE DÍA TDAH EN ESPAÑA. MES EUROPEO DEL TDAH.