San Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en la sede de la agencia Efe. Efe

San Pedro Sánchez tenía, ya en febrero de 2020, numerosos informes de organismos nacionales e internacionales, que le alertaban de la propagación descontrolada del coronavirus en España y de su altísima peligrosidad para la población, pero como venía el 8-M, le encargó a su adlátere Fernando Simón que le contara a los españoles "que España no iba a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado".

Como además tampoco tenía mascarillas, en vez de alertar a la población para que se protegieran como pudieran, les contó "que las mascarillas no tienen sentido en personas sanas y provocan una sensación de falsa seguridad".

Y así, San Pedro Sánchez negó la primera ola del coronavirus, para mantener su aquelarre ideológico feminista.

Posteriormente, antes del verano, San Pedro Sánchez, con el virus circulando por toda España y los casos en claro ascenso, afirmó que "la pandemia ha sido superada y habrá temporada de verano, hemos vencido al virus" A continuación, se fue de vacaciones tres semanas, en medio de la mayor crisis sanitaria en 100 años y con miles de muertos y enfermos. Y por si fuera poco, trató de subirse el sueldo, mientras cientos de miles de sus compatriotas esperaban horas, para recibir un paquete de arroz en las colas del hambre.

Y así, San Pedro Sánchez negó la segunda ola del coronavirus, para irse a tostar a la playa.

Y ya este año, con récord de contagios, cientos de muertos diarios, los hospitales colapsados y la más alta velocidad de propagación de toda la pandemia, en vez de preocuparse de la salud de los españoles, San Pedro Sánchez, le suelta el marrón a las Comunidades Autónomas, mientras diseña una campaña de marketing político para promocionar al ministro de Sanidad como candidato a la Generalidad, con lo que Salvador Illa, en vez de manejar las estadísticas de infectados, hospitalizados y muertos, maneja las estadísticas de intención de voto por municipios en Cataluña.

Y así, San Pedro Sánchez negó la tercera ola del coronavirus, para arañar un puñado de votos en Cataluña.

San Pedro Sánchez, negó tres veces el coronavirus, el gallo cantó y los españoles hemos sido crucificados. Espero que pronto resucitemos para pedir justicia.