Se ha muerto el Piyayo

Pablo Iglesias con el pelo corto tras desprenderse de su coleta. Dani Gago.

Se ha marchado un tal Iglesias

Con los “pitones” colgando

Del hachazo recibido

En las Ventas, por payaso.

Pensó que era charlotada

Y un Miura le soltaron.

Ha sido su retirada

Como una muerte anunciada

Celebrada para muchos

Para otros funeraria

Como la de aquel Piyayo

Al que, un día, cantó el pueblo,

Un buen gitano reviejo

Con pelo blanco y rizado

Como vellón de cordero.

Este al son de la guitarra

Al más estilo flamenco

Lanzaba por burlerías

Sus pesares hacia el viento

Aquel luciendo su moño

Gesto tosco y descarado

Piquito de oro cerrado

Nos tenía hasta el potorro

Por no decir otras cosas

Que llevo tiempo pensando.

Jazmín de pitiminí

refiriéndose a la casta

Y en el olvido los pobres

Cuando le vino la racha

Y pudo, al fin, conseguir

Un chalet en la montaña

Y quitadas las espinas

Las vergüenzas aireadas

Encaró la cara al viento

Se ciscó en sus camaradas

Cual hace un buen comunista

Si el viento le da de cara.

Viejo Piyayo, ¡qué triste!

No te sirvió la guitarra

Para entonar martinetes

Con el doblar de las palmas

Y poder cantarle al pueblo

Entre el sudor de la fragua

Las miserias de este golfo

En esta Iglesia, que es otra,

Más digna y más sensata

Que este Iglesias, que su honra,

La ha perdido entre la casta

De aquel Madrid que enamora

Y al igual que Salamanca

Enhechiza a las personas.

Con su triste pensamiento

De pobre dictadorzuelo

Deshágase entre las olas

Y que se lo lleve el viento

Junto a Sánchez, ¡Qué tipejo!

Pues conociendo su canto

Le entregó los instrumentos

MORALEJA

Si no respetas al pueblo

Un buen día, en el otoño,

Verás que ya no te queda

Ni la coleta ni el moño.